Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que el “portazo” ocurrido durante su intervención del domingo en Huauchinango, Puebla fue, por una parte, consecuencia de la molestia de algunas organizaciones tras la nueva política de reparto de apoyos.
“Las organizaciones que recibían las láminas y despensas ya no pueden hacerlo porque todo el apoyo es directo y estas organizaciones se molestan (...) Ayer nos dieron un portazo. Las personas que ingresaron querían muchos plantear sus problemas y otros inconformes por este método de entrega. Otros más porque hay politiquería (...) Les explico de que se trata y se resuelve el problema. Ojalá ya no vuelva a haber estos portazos”, expresó durante su conferencia matutina.
Por otro lado, afirmó que también influyó - aunque en menor medida - los errores en el censo de personas damnificadas, sin embargo, aseguró que éstos son implicaciones normales cuando se realizan entregas directas.
Además se expresó seguro que el pueblo se expresa con respeto, a pesar de tener opiniones distintas o de lo emitido por organizaciones y personalidades de la oposicón.
“Esto es normal, son gajes del oficio (...) No pasa nada, la gente es muy responsable y quien lucha por la justicia no tiene nada que temer. Además yo tengo a mi ángel de la guarda, que es el pueblo de México. Entonces por eso puedo enfrentar cualquier situación adversa (...) El pueblo de México es excepcional”.
Y es que el pasado domingo, un grupo de manifestantes irrumpió el evento oficial donde el Jefe del Ejecutivo rendía cuentas respecto al plan de apoyo a personas afectadas por el huracán Grace, en Huauchinango, Puebla.
El contigente se conformaba de damnificados de Puebla, Tlaxcala y Veracruz quienes aseguraron aún no haber recibido los apoyos por el Gobierno Federal, es así que el conjunto siguió la ruta del mandatario desde su llegada al municipio hasta su conferencia.
Sin embargo, fue hasta la intervención del mandatario que los gritos, las consignas y las demandas se intensificaron, a tal grado que el tabasqueño se veía obligado a pausar su participación. De esa manera, entre empujones y jaloneos, los protestantes lograron superar el cerco de seguridad, ingresar al recinto y - algunos de ellos - acercarse a López Obrador.
Ante la entrada del contingente, Andrés Manuel se dirigió ferviertemente a los manifestantes exhortándoles a que le permitieran continuar con su intervención: “¿Nos van a dejar hablar? ¿Me van a escuchar? ¿Van a guardar silencio? ¿Me van a dejar hablar? ¿Me van a respetar? ¡Guarden silencio!”, proclamó.
Luego de tranquilizar a las y los protestantes, el Jefe del Ejecutivo aseguró que la Sedena continuará las entregas directas de apoyos para la reconstrucción de viviendas y cultivos, así como de enseres domésticos.
“Se está ayudando a la gente como nunca se había ayudado (....) Vamos a seguir entregando los apoyos para los que fueron afectados para que mejoren su vivienda; para la producción porque perdieron cosechas y también se van a entregar enseres, es decir, camas, estufas y refrigeradores (...) Todo se va a entregar de manera directa, sin intermediarios. (...) Lo va a entregar la Secretaría de la Defensa”, proclamó.
Agregó que se dará seguimiento a la implementación de los programas de bienestar, tales (apoyo a adultos mayores, niñas y niños con discapacidad, “Sembrando Vida”, etc.), así como el término de la vacunación contra el COVID-19.
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