En CDMX, todos los adultos han tenido la oportunidad de aplicarse al menos una dosis contra la COVID-19

El 98.7% de la población adulta en la capital ya se aplicó al menos una dosis de las diferentes vacunas disponibles contra el virus SARS-CoV-2

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Fotografía de archivo en la que se observa a trabajadores de Salud vacunar a profesores, durante una jornada de vacunación masiva contra la Covid-19, en la Biblioteca Vasconcelos de Ciudad de México (México). EFE/ Sáshenka Gutiérrez

El día de ayer, Eduardo Clark -titular de la Agencia Digital de Innovación Pública- informó a través de su cuenta de Twitter que todas las adultas y adultos de la Ciudad de México han tenido ya la oportunidad de vacunarse con al menos una dosis de las diferentes vacunas contra la COVID-19 disponibles en el país.

Según los datos de la Agencia, en la CDMX son 7.16 millones de personas adultas repartidas entre las 16 alcaldías de la urbe. La semana pasada se aplicaron vacunas para el grupo que va de los 18 a los 29 años de edad en las alcaldías Azcapotzalco, Coyoacán, Iztapalapa y Álvaro Obregón, quienes eran los únicos que faltaban de tener la oportunidad para ser vacunados.

La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, también celebró el hecho a través de su cuenta de Twitter: “Con la aplicación de la vacuna contra #COVID19 que se realizó hoy en la Ciudad de México, todas las personas mayores de 18 años ya cuentan con al menos una dosis. 74% de la población ya tiene el esquema completo”.

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Director general de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México, Eduardo Clark (Foto: EFE/ Gobierno De La Ciudad De México)

Mientras que la mandataria asegura que todas las personas mayores de 18 años ya han sido vacunadas, Eduardo Clark mesura un poco más sus afirmaciones, debido a que hay un porcentaje de la población que ha decidido no aplicarse la vacuna o no tuvo los medios para acceder a ella.

Según las cifras de la Agencia, el 98.7% de las y los adultos se han aplicado al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19. Esto quiere decir que de las 7.16 millones de personas, fueron 7,075,402 las que decidieron sí acceder a al menos una dosis de la vacuna.

Aunque el porcentaje de personas que no han recibido ninguna vacuna es pequeño, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en la Secretaría de Salud (SSA), Hugo López-Gatell, ha hecho énfasis en el impacto que tiene ese reducido grupo en las hospitalizaciones a nivel nacional.

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Fotografía de archivo en donde aparece el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell. EFE/Mario Guzmán

Con la llegada de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 cuya capacidad de contagio es mayor -como en el caso de la variante Delta- también arribaron nuevos oleajes de contagio. En la tercera ola de COVID-19, la intensidad de contagio de la pandemia llegó a niveles similares que los de la segunda oleada; pese a ello, las autoridades sanitarias permanecieron en la postura de dar prioridad en la agenda pública a la aplicación de las vacunas.

López-Gatell aseguró que la campaña de inmunización logró reducir en un 30% la letalidad del virus, sin embargo, también aclaró que el 97% de las personas hospitalizadas por COVID-19 no habían recibido ninguna vacuna.

En julio de este año, 17 científicos de diferentes universidades e institutos de investigación en los Estados Unidos y la India, publicaron un artículo donde explican que las personas no vacunadas, al ser contagiadas con el SARS-CoV-2, tienen más posibilidad de generar variantes en el genoma del virus.

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FILE PHOTO: FILE PHOTO: A person holds a test tube labelled 'COVID-19 Test Positive' in front of displayed words 'COVID-19 Delta variant' in this illustration taken August 31, 2021. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo/File Photo

Por otro lado, quienes han sido vacunados, incluso si llegan a ser contagiados de COVID-19 (además de que no presentarán los síntomas severos de la enfermedad que llevan a la hospitalización y la muerte), producen menos cambios en el propio virus cuando sus anticuerpos interactúan con él para erradicarlo.

Es decir, la vacunación contra la COVID-19 no sólo protege a las personas contra la enfermedad y sus efectos más graves, sino que también reduce la probabilidad de que surjan nuevas variantes potencialmente más peligrosas.

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