La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) anunció que podría retirar del mercado algunas marcas de sopas instantáneas, debido a que contienen altos niveles calóricos y de sodio, en comparación con su bajo aporte nutrimental.
El pasado viernes primero de octubre, el director de la Profeco, Ricardo Sheffield, informó que la dependencia lanzará la próxima semana un estudio de calidad, donde dará a conocer los nombres de 33 marcas de sopas instantáneas a las cuales se les hicieron 363 pruebas y que pueden sacar de mercado.
Sin embargo, en agosto del 2020 la dependencia alertó sobre los riesgos de consumir sopas instantáneas, como Maruchan Instant Lunch, ya que cuentan con sabores artificiales que no son buenos para el organismo, contienen exceso de sodio y otros componentes que pueden generar taquicardia, sofocación, dolor de cabeza, entre otras cosas.
En la Revista del Consumidor de ese periodo, con el nombre “Daño instantáneo ¿Sabes qué contienen las sopas instantáneas y si es saludable consumirlas?”, la Profeco explicó que, aunque los ingredientes que componen a las sopas instantáneas son muy diversos, por lo general se encuentran en ellas:
Hidratos de carbono, provenientes ya sea de cereales, como el arroz, o las pastas, en su mayoría de sémola.
Cantidades variables de grasas y proteínas.
Un aporte energético que puede variar entre las 29 y 230 kilocalorías por cada 100 gramos de producto preparado.
Contenido de sodio y otros aditivos, como el polémico glutamato monosódico (GMS), un concentrado que se extrae de plantas como el betabel o la caña de azúcar, y cuya función en la industria es hacer que la lengua resulte más receptiva a los condimentos.
Con este último aditivo, señaló la Procuraduría Federal del Consumidor, se han realizado múltiples investigaciones que prueban su relación con síntomas como el dolor de cabeza, sofocación, taquicardia, sensación de presión en la cara y adormecimiento de la boca.
Además de dificultad para respirar, sudoración, dolor de pecho y debilidad; Profeco agregó que otros estudios demostraron que el GMS interviene en la parte del cerebro que regula la saciedad, provocando el hambre en la persona que lo consume, contribuyendo así a la obesidad, además de provocar cierta toxicidad a nivel neuronal y hepático.
Para una explicación más clara, la Profeco comparó el aporte nutricional de la sopa instantánea con unos tacos de frijoles, un sándwich de jamón con queso y una lata de atún, quedando de la siguiente manera:
Sopa de vaso: 270 a 334 kilocalorías, de 6 a 7 gramos de proteína, de 10 a 14 gramos de grasa y de 40 a 45 gramos de carbohidratos.
Dos tacos de frijoles refritos con chile: entre 200 a 300 kilocalorías, de 6 a 9 gramos de proteína, de 3 a 4.5 gramos de grasa y 38 a 57 gramos de carbohidratos.
Sándwich de jamón con queso manchego: 267 kilocalorías, 14 gramos de proteína, 8 de grasa y 34 gramos de carbohidratos
Lata de atún: entre 114 a 117 kilocalorías, 21 gramos de proteína, 2.83 gramos de grasa y 1.8 gramos de carbohidratos.
La dependencia concluyó que este tipo de sopas no nutren y el sabor que aportan no es a base de vegetales o carne, sino de una serie de saborizantes artificiales que no son buenos para el organismo.
“La sopas elaboradas por ti son más nutritivas por los ingredientes que adiciones, como vegetales, cereales, crema o leche”, finalizó.
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