—“¡Contra la pared, hijos de la chingada, ahorita les vamos a dar su revolución!”, gritó un jefe militar del Batallón Olimpia a los estudiantes aprehendidos, según se lee en La Noche de Tlatelolco, de Elena Poniatowska, 1971.
La mayor matanza de estudiantes en México, ocurrida el 2 de octubre de 1968, es una radiografía del estado de injusticia, del malestar social y del régimen autoritario y restrictivo que impulsaron el crecimiento acelerado del movimiento estudiantil y su inminente resonancia en todo el país y en otros movimientos.
Era presidente entonces Gustavo Díaz Ordaz, quien años más tarde fue nombrado primer embajador de su país en España, y secretario de Gobernación, Luis Echeverría, que años después le sustituyó en la presidencia.
Hartos del autoritarismo del gobierno, la encarcelación de políticos y el mando del PRI, estudiantes encabezaron el movimiento denominado Consejo Nacional de Huelga (CNH), una de las luchas más importantes por la democratización del país.
El 2 de octubre de 1968, alrededor de las 9:00 horas, un grupo de representantes del CNH intentó negociar con personal de presidencia en Zacatenco (campus del Instituto Politécnico Nacional), sin embargo, no llegaron a ningún acuerdo.
A las 11:00 horas, elementos del estado mayor presidencial mejor conocidos como Batallón Olimpia se distribuyeron por las azoteas y edificios aledaños en la zona de Tlatelolco y Nonoalco. A las 15:00 horas de ese día inició el mitin convocado por el CNH, con la participación de más de 15 mil personas.
De acuerdo con las averiguaciones, en la marcha se localizaron representantes sindicales, estudiantes y periodistas.
Durante la tarde, estudiantes, trabajadores y familias en general comenzaron a llegar a la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. Según detallan diversos cronistas, tres horas después de la llegada de los jóvenes, elementos del Ejército arrojaron luces de bengala de color verde y rojo.
Inmediatamente después, al filo de las 18:10 horas, comenzaron los disparos por parte del Ejército y grupos paramilitares, quienes abrieron fuego contra las personas congregadas en la plaza de las Tres Culturas y bloquearon todos los accesos.
El Ejército rodeó todas las salidas de la plaza y utilizaron cerca de 300 tanque ligeros.
Se dice que la matanza duró más de dos horas y los representantes de los estudiantes fueron detenidos, desvestidos y torturados.
Después iniciaron los arrestos masivos de personas, entre los que destacaron líderes del CNH y varios estudiantes.
Luego, cuando el reloj marcó las 20:30 horas, el Ejército impidió el acceso de ambulancias de la Cruz Roja y Verde a la zona.
Alrededor de las 23:00 horas llegaron camiones con muertos, detenidos y heridos al Campo Militar 1. Ese 2 de octubre se calculó una cifra de al menos 250 fallecidos. Sin embargo, el número exacto hasta el momento es un misterio.
El 3 de octubre el fuego terminó pero inició el cateo de los soldados a edificios y departamentos.
Diversos escritos dieron cuenta de que al otro día de la matanza, el Senado de la República negó la masacre para tratar de calmar a la ciudadanía.
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