El pasado lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acompañado de la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, inauguraron una exposición llamada La Grandeza de México, en donde se exponen más de 1500 piezas arqueológicas que representan diferentes etapas de la historia de nuestro país.
De las 1500 piezas exhibidas, unas 800 se muestran al público por primera vez, pues son piezas que se recuperaron antes de que fueran subastadas o que estaban en bodegas de resguardo y decomiso. El motivo de la exposición, es la conmemoración de los 200 años de la consumación de la Independencia de México, que se dio un 27 de septiembre de 1821, por el primer emperador de México Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, quien fuera presidente de la República del 1 de abril al 17 de diciembre de 1829.
Una de las piezas que se quisieron exhibir en la exposición, fue el famoso y polémico Penacho de Moctezuma, el cual se encuentra en el Museo de Etnología, en Viena, Austria. En ese lugar se encuentra exhibido desde 1935.
En octubre de 2020, la esposa del presidente López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, fue a hablar con el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, con la intención de que le prestaran a México la pieza arqueológica, que se cree perteneció al tlatoani azteca, para mostrarlo en la exposición. Sin embargo, el gobierno del país europeo se negó, lo cual posteriormente lamentó la también historiadora y periodista.
Pero esta no es la primera vez que México pide al gobierno austriaco que le sea devuelta la pieza con un alto valor histórico para el país. La polémica comenzó en 1991, cuando el entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari, exigió al país europeo devolver la pieza, sin embargo, los austriacos nunca atendieron la petición.
Posteriormente, en 2011, el gobierno del presidente Felipe Calderón ofreció a Austria un intercambio: darles la Carroza de Maximiliano de Habsburgo a cambio del famoso Penacho de Moctezuma.
El carruaje del segundo emperador que hubo en México, de 1863 a 1867, actualmente se encuentra exhibido en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”. Fue elaborado por la casa de Cesare Scala de Milán, Italia, en 1864, según la página oficial del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y acompañó a Maximiliano en su viaje a México.
A Milán la conocía muy bien Maximiliano, por haber sido Virrey de Lombardía y Venecia años antes de llegar a México. La carrosa creada en Milán, es estilo barroca, lleva grabados los escudos imperiales y cristales biselados. Está recubierta de hojas doradas y la coronan amorcillos. La carrosa también posee molduras de plata y bronce, y aún mantiene algunos escudos imperiales, aunque se nota el retiro de otros. En latín, lleva el lema “Equidad en la Justicia”. Es la única en su tipo en nuestro país.
En la obra de José Luis Blasio, “Maximiliano íntimo. El emperador Maximiliano y su corte”, de 1905 y la cual fue reeditada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se lee acerca del cumpleaños del emperador del 6 de julio de 1865, una posible descripción de la carrosa. “Espléndido carruaje de gala, tirado por ocho briosos y arrogantes caballos con penachos de plumas y gualdrapas de terciopelo carmesí y oro. Cada tronco iba conducido por dos palafreneros que vestían la rica librea de los días de fiesta, que era roja y oro.”
En el palacio de Schönbrunn en Viena, lugar en el que nació Maximiliano, existe un museo de carruajes, cuya colección es una de las más importantes del mundo. La colección está compuesta por al menos 170 vehículos de este tipo en varias modalidades: carruajes, coches, carrozas fúnebres o imperiales, sillas, trineos, cochecitos para niños, entre otros.
SEGUIR LEYENDO: