José Alfredo Jiménez Jr tuvo un papel vital en la industria musical en México. No solo desde la composición, sino también la gestión de derechos de autor y la protección de los mismos.
El hijo de la leyenda de León, Guanajuato, se formó como Ingeniero en sistemas electrónicos en Nueva York, lo cual patentaba su camino lejos de la interpretación musical.
Nunca se desempeñó como intérprete, pues sus intereses sí giraban en la música más no en la sublimación de su carrera artística. No obstante, formó parte del éxito de grupos como la Banda El Recodo y de solistas como Lupillo Rivera.
En las cabinas de grabación, José Alfredo Jr. figuró como productor de carreras como la de Lola Beltrán, Lucha Villa y el carismático Jorge Coque Múñiz. De igual modo, estuvo a cargo del soundtrack La última y nos vamos, cinta mexicana de 2015.
José Alfredo Jiménez Jr. vigiló con certeza el legado de su padre. Para su obra, logró relanzar su música a través de colecciones y complicaciones de gran calidad de la mano de Sony Music.
Las grabaciones originales, o masters en el mundo musical, fueron rescatadas y retomadas para poner a disposición de la actualidad el legado sonoro del cantante de El rey.
De mismo modo que con la música, fue pieza clave para la reconstrucción de la vida de José Alfredo Jiménez padre para libros y piezas homenaje que surgieron durante los años.
El mismo ímpetu de proteger el legado musical de su padre, lo hizo incursionar en un puesto vital en la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).
Durante su gestión en el organismo se encargó de presidir como Vocal del Consejo Directivo. Directamente, José Alfredo Jiménez Jr. representó a más casos parecidos al suyo.
De la mano del hijo del intérprete de Si nos dejan varios herederos de compositores famosos ya fallecidos pudieron percibir ganancias y la jerarquía que tienen con respecto a la obra de sus familiares.
Otro cargo destacable de José Alfredo Jiménez Gálvez para la historia de la música mexicana fue su dirección en el Catalogo de Oro de la Canción Mexicana.
La selección de canciones recapitula a las piezas musicales más destacables de la Época de Oro. Dichas composiciones tienen más de 30 años en el mercado y, pese a ello, son nacional y mundialmente reconocidas. Como la obra de su padre, José Alfredo Jiménez.
La protección de José Alfredo Jiménez Gálvez permitió que los sucesores de composiciones como Cielito lindo, Bésame mucho, México lindo y querido reciban lo generado en regalías.
Igualmente, la lucha de José Alfredo Jiménez Jr. se centralizó en dar a conocer la vida de los compositores, quienes pasan a segundo plano debido al estrellato de los intérpretes.
El esfuerzo que logró el hijo del cantante más popular de León se materializó en una puesta de museo. En este, dar a conocer la imagen de los compositores fue lo más importante.
Aunque nunca cantó, la música de José Alfredo Jiménez Gálvez es escuchada a través de otras voces. Su pluma quedó inmortalizada en interpretaciones icónicas de Pedro Fernández, Julio Apreciado hasta El príncipe de la canción, José José.
El heredero de El rey también figuró en los créditos musicales de producciones como la telenovela Camino a Guanajuato, la cinta Si nos dejan e incluso incursionó en la música rock con Sentado en la azotea.
Por su ardua labor para la industria musical, José Alfredo Jiménez Jr. fue galardonado con discos de oro y doble platino. También conquistó los Premios EMI y el Micrófono de Oro.
El legado histórico de José Alfredo Jiménez Gálvez no solo se resumió en la preservación de la música de su padre, sino en el planteamiento de propuestas con el fin de recuperar la música mexicana.
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