Choque entre civiles y militares de Coalcomán fue reclamo del CJNG

La confrontación entre civiles y militares en Coalcomán, Michoacán, fue un reclamo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que encauzó sus quejas a través de pobladores, pues el grupo criminal reiteró denuncias sobre la supuesta colusión del Ejército con sus rivales de Cárteles Unidos.

Fuentes militares aseguraron a Infobae México que el choque entre habitantes con personal castrense, que tuvo lugar frente al cuartel de este 27 de septiembre, no dejó ninguna persona lesionada.

En videos compartidos por redes sociales se pudo apreciar el enojo y las ofensas de vecinos y vecinas de Coalcomán contra los soldados. Pero no todo quedó en el intercambio de palabras, pues también se dio cuenta del avance de agentes con equipos antimotines, quienes dispersaron a los manifestantes con gases lacrimógenos.

De acuerdo con la fuente consultada, tampoco hubo detenidos y solo se evitó que el grupo realizará un plantón en las inmediaciones del cuartel.

Sin embargo, un testigo que pidió reservar su identidad por razones de seguridad indicó a este medio que huestes del CJNG acudieron de local en local para organizar la manifestación, junto con una suma de vecinos y vecinas de la cabecera municipal.

Según el poblador, agentes federales y del estado de Michoacán apoyan a bandos contrarios, de ahí que el reclamo se incrementa ante la falta de operativos contra uno o contra el otro grupo criminal. Si los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no persiguen a Cárteles Unidos, se tienen argumentos para pensar en complicidades.

Lo mismo ocurre si la Policía Estatal patrulla y vigila entradas para evitar el avance del CJNG, pero es pasiva u omisa ante denuncias o hechos violentos en las áreas que defienden. De ahí que el apoyo de la Sedena también puede entenderse siempre que se interponga a los intereses del llamado cártel de las cuatro letras.

Esta situación no es novedosa, las fuerzas de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, han denunciado en múltiples videos que sus enemigos están protegidos, por ejemplo, en julio pasado cuando amenazaron al Ejército y a la Guardia Nacional. Cárteles Unidos, sin embargo, no ha destacado las mismas acusaciones en sentido contrario.

El habitante de Coalcomán corroboró, como otros pobladores entrevistados en diferentes momentos por este medio, que Cárteles Unidos se disfraza de grupo autodefensa. Pues no hay tal movimiento en el estado desde 2015 y los criminales simulan ser víctimas que defienden a su pueblo, en especial, aquellos del Cártel de Tepalcatepec que comanda Juan José Álvarez Farías, el Abuelo.

Algunos pobladores han reiterado a Infobae México que las autoridades se alinearon a los intereses de las partes en conflicto, de ahí que la narcoguerra haya durado tanto tiempo y mantenga atrapada a la población, quienes se ven impedidos de transitar carreteras y abastecerse de alimentos o medicinas, porque los trayectos son ocupados por alguno de los cárteles que se disputan el territorio de la Tierra Caliente michoacana.

“La mitad del camino pertenece a Cárteles Unidos y la otra totalmente a Jalisco Nueva Generación”, mencionó la persona entrevistada sobre los hechos del reciente lunes.

Este último denunció que la población de Coalcomán lleva 60 días incomunicada. Las señales de telefonía son captadas por algunas antenas que proveen de cobertura desde Colima, el estado colindante.

Para comprar comida u otros productos, las personas deben recorrer alrededor de tres o seis horas hacia la entidad aledaña, e inclusive hasta Jalisco, cuando la salida para Apatzingán duraba poco más de dos horas, pasando por Tepalcatepec.

“Tenemos esperanzas de que ahora que llegue el gobernador, por lo menos pongan algo de orden”, señaló el entrevistado ante la nueva administración del morenista Alfredo Ramírez Bedolla.

Desde que el padre de Coalcomán, Jorge Luis Martínez Chávez, informó de la situación de violencia en el municipio el mes pasado, el contexto solo ha empeorado. Aún cuando el gobernador Silvano Aureoles acudió al lugar el 19 de agosto y fueron destapadas algunas carreteras, los habitantes todavía siguen atrapados en la narcoguerra. Decenas de personas han sido forzadas al desplazamiento y los comercios apenas venden la tercera parte.

Actualmente, el CJNG ya domina Coalcomán, pero el Cártel de Tepalcatepec mantiene presencia en la comunidad de Ticuilucan, el tramo que conduce a Aquila en límites de Jalisco y Michoacán; según el testimonio consignado se trata de unos 25 kilómetros en pugna.

Cárteles Unidos se compone de las fuerzas del Abuelo Farías y de otras células identificadas como Blancos de Troya, los Viagras, Caballeros Templarios, Familia Michoacana y agregados. Fuentes federales han confirmado a Infobae México que las facciones locales fingen ser guardias comunitarias para legitimar retenes, armamento y vigilancia nocturna.

También organizan marchas y protestas para expulsar a las autoridades cuando no les conviene que sean vigilados sus territorios. En cambio, si desean ser protegidos de rivales, se manifiestan para que el gobierno envíe tropas a donde ellos les indican, con la finalidad de ayudarles a combatir sus intereses, tal como en el Aguaje el año pasado o en Buenavista, a mediados de este 2021. Previamente, despliegan diversas tácticas mediáticas con el fin de causar impacto.

Con ello se ha verificado que tanto el CJNG como sus rivales movilizan o coaccionan a una base social de apoyo para presionar al gobierno.

En la última semana, los operadores de Oseguera Cervantes han advertido de un supuesto plan orquestado por el Cártel de Tepalcatepec, quienes habrían de acarrear a civiles para que reclamen supuestos despojos de propiedades en la zona dominada por el CJNG.

Presuntamente, los habitantes irían escoltados por el Ejército, pero de concretarse, esto podría desencadenar una masacre, porque los castrenses serían vistos como brazo armado de Cárteles Unidos y la gente quedaría en el fuego cruzado. Al final, ese sería el resultado deseado para calentar la plaza en contra de las cuatro letras.

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