Después de la Independencia uno de los momentos más importantes de la historia de México fue la Guerra Reforma. Este suceso histórico fue una revolución que buscó terminar con las estructuras coloniales que se habían formado, donde la Iglesia buscaba tener poder en las decisiones del país, y así definir al Estado Nacional.
El 5 de febrero de 1857 se promulgó la primera Carta Magna en la historia constitucional de México donde se eliminó la intolerancia religiosa y se puso a disposición al Estado para legislar en materia de culto.
Es decir, la Iglesia y el Estado tendrían que trabajar en conjunto en términos constitucionales con los intereses de los conservadores donde ellos solo buscaban perpetuar sus privilegios y conseguir el control del poder civil.
Se cree que la Guerra de Reforma fue una de las más relevantes en la historia de México, pues con ella se inició el eje que definiría al Estado republicano, federal y laico; sin embargo, el país se dividió y se tenían dos gobiernos al mismo tiempo.
Por un lado, estaban los liberales encabezados por Benito Juárez, que era en ese entonces el presidente de la Suprema Corte de Justicia, que asumió la presidencia del país y fue apoyado por varios estados de la Repúbica.
Por otro lado, los conservadores no aceptaron el nuevo mandato constitucional y nombraron por su cuenta al general Félix María Zuloaga y se apoderaron de la capital para establecer ahí su gobierno. Ellos fueron apoyados moral y financieramente por la Iglesia con la finalidad de seguir sus intereses.
Benito Juárez, un abogado y político mexicano, ocupó un papel fundamental en esta guerra histórica. El 7 de julio de 1859 en el puerto de Veracruz promulgó las Leyes de Reforma donde su objetivo principal era separar a la Iglesia y al Estado y así evitar que los conservadores tuvieran tanto poder en las decisiones más importantes de la política nacional.
En estas Leyes también se buscaba nacionalizar las propiedades, despojar al clero de todas aquellas atribuciones y facultades que tenían que ser desempeñadas por el Estado y privar a los conservadores de los recursos económicos de los que gozaban.
En 1860 los liberales o constitucionales liderados por Benito Juárez triunfaron, pues se llevó a cabo la última batalla de la Guerra de Reforma y resultaron vencedores. Gracias a la constante lucha se logró la libertad de cultos y la separación de la Iglesia y Estado.
En enero de 1861 Benito Juárez reorganizó su gabinete y expulsó del país al nuncio papal y a los ministros de España, Ecuador y Guatemala. Asimismo, buscó ser presidente constitucional legítimamente y convocó al país a las elecciones presidenciales.
Parecía que todo marchaba bien para el presidente Juárez; sin embargo, la guerra trajo consecuencias en el país y una de ellas fue la crisis económica. Esta crisis hizo que el presidente suspendiera los pagos las deudas contraídas con otros países.
En 1862 el ejército francés inició la guerra de intervención por la falta de pagos, pues Francia vio esta deuda como una oportunidad para invadir a tierras mexicanas y expandir su influencia en América; no obstante, México salió victorioso en 1867.
María del Refugio González Domínguez, Doctora en Derecho, mencionó durante la conferencia La Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma de la Secretaría de Cultura que gracias a estas leyes se motivó a la modernización, desarrollo y libre comercio del país.
“Porque rompen con las concepciones del antiguo régimen y establecen las del nuevo. Ya que durante casi 40 años habían estado tratando los mexicanos de establecer fórmulas sociales y de gobierno que amalgamando intereses impidieran la polarización de las opiniones hasta tomarlas irreconciliables”, puntualizó.
Finalmente, detalló que las Leyes de Reforma permitieron que se consolidará la transformación social, política y económica del país gracias a la separación entre la Iglesia y el Estado, ya que se logró establecer el matrimonio como un contrato civil; que ninguna institución religiosa pudiera adquirir bienes inmuebles, ni capitales impuestos sobre éstos y se anuló el juramento de carácter religioso.
SEGUIR LEYENDO: