En 1915, durante su etapa como gobernador de Sonora, Plutarco Elías Calles impulsó la prohibición de la venta de bebidas embriagantes como una medida para contrarrestar la excesiva violencia que en aquellos tiempos se vivía no sólo en su entidad sino en todo el país.
Con ello buscó reducir los actos de violencia extrema y la incidencia de delitos como el homicidio, así como también las lesiones con arma de fuego que se vivían en esa época. La “Ley Calles” o “Ley Seca”, como se denominó coloquialmente al decreto, estuvo vigente por cuatro años, hasta que fue derogada en 1919, luego de un intenso debate protagonizado por distintos grupos de poder económico y político, aunque se restringió la prohibición del tráfico de cerveza, vinos de mesa, sidra y champaña.
Alonso G. Gonzáles y Ventura G. Tena en mayo de 1919 expusieron una iniciativa para derogar el decreto, la cual establecía consideraciones morales y legales. Argumentaban el incumplimiento de la “Ley Seca”, ante la tolerancia de las autoridades hacia ciertos infractores, así como concesiones especiales que se prestaron para cometer actos inmorales. Además, denunciaban que con el pretexto de la aplicación de esa ley, las autoridades cometían atropellos a la sociedad.
Plutarco Elías Calles nació en Guaymas, Sonora el 25 de septiembre de 1877; fue secretario de gobernación durante el gobierno de Álvaro Obregón. Se convirtió en presidente de México del 1 de diciembre de 1924, su mandato terminó el 30 de noviembre de 1928.
Fue maestro en una escuela en su estado de origen, sin embargo en 1912 abandonó su labor docente para ingresar en el ejército revolucionario del general Álvaro Obregón como capitán. Luchó contra el movimiento orozquista y, un año más tarde, participó con las tropas de Obregón en el derrocamiento del presidente Victoriano Huerta. En 1915 alcanzó el grado de coronel por sus destacadas actuaciones militares en la lucha contra Pancho Villa.
La presidencia de Calles se caracterizó por la consolidación y profundización de la revolución mexicana de 1910 con la Reforma Agraria, extensión de la enseñanza, construcción de obras públicas y reorganización del ejército.
También mantuvo un áspero conflicto con Estados Unidos a raíz de sus pretensiones de nacionalizar el petróleo y las propiedades territoriales como preveía la Constitución aprobada en 1917; finalmente, Calles hubo de ceder, autorizando la penetración en México de los intereses económicos norteamericanos
Durante su periodo presidencial de Elías Calles aconteció la llamada Guerra Cristera, debido a algunas fricciones entre la Iglesia Católica y el gobierno, por lo cual el clero católico realizó una campaña contra diversas normas legales. Ante ello, Calles expulsó a sacerdotes extranjeros y cerró locales religiosos, provocando una respuesta violenta por parte de los feligreses católicos y la jerarquía eclesiástica. Esta acabó en 1929.
Calles continuó en la vida política después de dejar la Presidencia, fundando el Partido Nacional Revolucionario en 1929, antecesor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), e influyendo en los presidentes que le sucedieron: Emilio Portes (1928-1930), Pascual Ortiz (1930-1932) y Abelardo Rodríguez (1932-1934).
En 1936 se exilió al estado de California en Estados Unidos debido a que se fue acercando a posiciones más conservadoras, desde las que criticó la tendencia izquierdista adoptada por la presidencia de Lázaro Cárdenas. Regresó a México en 1941, pero ya no intervino más en la política nacional.
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