Un agente de la Guardia Nacional fue asesinado en Chiapas, luego de que el elemento de la corporación trataba de revisar un camión en acciones de rutina.
La dependencia federal confirmó a este medio que el oficial fue agredido por la parte trasera del vehículo con un arma de fuego. Sin embargo, no se reportaron detenidos por este caso.
Medios locales indicaron que los hechos ocurrieron en el tramo carretero Ocozocoautla a Tapanatepec, Oaxaca, a la altura de Jiquipilas.
Presuntamente, los agresores eran traficantes de personas y circulaban en un camión tipo volteo. El agente de la Guardia Nacional marcó el alto al vehículo porque circulaba sin luces.
Los sujetos transitaban a la altura del kilómetro 90+00, alrededor de las 04:00 horas de este jueves. Mientras el chofer de la unidad emprendió la huida, sujetos a bordo de la tolva comenzaron con disparos hacia la patrulla.
Según los informes, los elementos federales fueron superados en número y el oficial de nombre Ángel Javier “N” recibió múltiples impactos. Su cuerpo quedó tendido bocabajo sobre el asfalto y sus compañeros le cubrieron con una manta.
El resto de los agresores se internaron en la selva y no fueron perseguidos. Agentes del Ejército y de la Secretaría de Seguridad Pública acudieron en apoyo, pero ya era muy tarde.
Versiones preliminares han indicado que el camión abandonado previamente había salido de la frontera con Guatemala con rumbo a Veracruz.
A inicios del presente mes, los agentes de la Guardia Nacional también fueron confrontados con presuntos traficantes de personas en Chiapas. Aquella vez, los agentes fueron detenidos junto con integrantes del Instituto Nacional de Migración (INM) por pbladores de Frontera Corrazal.
Aquella vez, 11 funcionarios federales fueron desarmados y encerrados durante cinco días. La Secretaría de Gobernación (Segob) informó que los siete efectivos de la corporación de seguridad y cuatro más del INM estaban encerrados en una jaula de madera y un pozo en un poblado conocido como el Chikle, en la frontera sur colindante con Guatemala.
Aunque la Segob no especificó por qué ocurrió la retención, versiones locales reportaron supuestos cargos de tráfico de aves, así como una extorsión al gobierno para que fueran liberados pobladores que presuntamente estaban encerrados por colaborar con la incursión ilegal de personas migrantes.
Los funcionarios federales pasaron casi una semana en condiciones deplorables y violatorias a sus derechos humanos, según condenó la Segob, hasta que la madrugada del 4 de septiembre quedaron fuera de la custodia de los habitantes.
“Ya en libertad, los 11 servidores públicos fueron llevados a Palenque, Chiapas, donde personal médico revisó su estado físico, se les proporcionó alimentos, para luego ser trasladados a sus lugares de adscripción laboral”, destacó la dependencia encabezada por Adán Augusto López.
Un par de días antes de la liberación, el presidente Andrés Manuel López Obrador reclamó a los pobladores para que dejaran ir a dos elementos de la Guardia Nacional, pero en realidad se trataba de siete uniformados y cuatro agentes de Migración, tal como reconoció la Segob. Según la versión del mandatario, se actuó para presionar al gobierno en favor de supuestos traficantes de personas.
“Aprovecho para decirles que los liberen, a dos miembros de la Guardia Nacional, porque se detuvo a quienes estaban traficando con migrantes, entonces en represalia detuvieron a dos miembros de la Guardia Nacional, y entonces no deben de actuar así”, reprochó el jefe del Eejecutivo desde Palacio Nacional al presumir que estaba enterado de todo en el país.
Según el reporte de la Segob, una agente federal de migración retenida se encontraba con sus dos hijos menores, los cuales la visitaban en su sitio laboral cuando la funcionaria fue privada de su libertad. Los menores de edad fueron atendidos y resguardados por Oficiales de Protección Infantil (OPI) del INM, mientras regresaba su madre.
En tres videos compartidos por redes sociales se aprecia que los agentes fueron humillados y regañados. A sabiendas de que se encontraban ante un grupo de pobladores molestos, solo decidieron cooperar.
“Todo, todo, chaleco y casco adentro del carro, adentro. Así como son chingones para cortar cartucho enfrente de la raza, también las botas hijos de la chingada”, ordenaban civiles a los miembros de la Guardia Nacional, quienes se despojaron de su equipo táctico para resguardarlo en la patrulla.
Una de las grabaciones mostró que un sujeto se comunicaba con supuestos mandos de la zona para establecer términos del diálogo que, aseguraron, sería pacífico y con garantías de acceso a la comunidad.
El 7 de julio pasado, 12 elementos fueron desarmados en Chenalhó y, a principios de agosto reciente, vecinos de Santa Teresa Llano Grande arrestaron a integrantes de la corporación para que fueran liberados sus vecinos.
De ahí que las agresiones a personal de esta dependencia han ido aumentando en el contexto de sus labores para impedir el paso de migrantes en la frontera con Guatemala, a donde han sido desplegados.
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