México extraditó este miércoles a Chile al exguerrillero Raúl Escobar Poblete, conocido como el “Comandante Emilio”, prófugo tras el asesinato del senador ultraderechista chileno Jaime Guzmán en 1991.
Se trata del hombre que presuntamente habría estado detrás del secuestro de Diego Fernández de Cevallos, el “Jefe” Diego, uno de los políticos más importantes del PAN durante el nuevo siglo.
Sin embargo, el “Jefe” Diego aseguró en una entrevista para el diario Milenio que hasta el momento no cuenta con las pruebas suficientes “para afirmar que fue uno o el principal de mis secuestradores”.
Por otra parte, aseguró al periodista Víctor Hugo Michel que a más de 10 años de su secuestro, puede asegurar que únicamente secuestraron su cuerpo, “no mi alma, ni mi dignidad”.
En este contexto, agregó al medio de comunicación nacional que “yo ya los perdoné (a sus secuestradores) porque me lo pide mi religión y eso me deja tranquilo”.
La extradición de Poblete
Fuentes federales confirmaron a la agencia de noticias EFE que un avión de las autoridades chilenas partió este miércoles sobre las 12.00 horas (17.00 GMT) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en dirección a Chile con Escobar Poblete a bordo.
Posteriormente, la Fiscalía General de México informó en un comunicado que el exguerrillero había sido requerido por la Corte de Apelaciones de Santiago “para ser procesado por su probable responsabilidad del delito de atentado terrorista, con resultado de muerte de un senador de la República de Chile”.
Quién era Raúl Escobar Poblete
Escobar Poblete fue líder de una célula del grupo de ultraizquierda Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y es acusado de ser uno de los asesinos del ultraderechista Guzmán, ideólogo del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) en 1991, durante una época convulsa del retorno a la democracia.
Bajo la identidad falsa de Ramón Alberto Guerra Valencia y acompañado de otros compañeros del FPMR, el exguerrillero se escondió en San Miguel de Allende (Guanajuato, México) durante 20 años.
Fue detenido a finales de mayo de 2017 y condenado a 60 años de prisión por un juez mexicano por el secuestro de una ciudadana francoamericana, tras lo cual el Gobierno de Chile solicitó su extradición.
Aunque las autoridades mexicanas concedieron la extradición el día 26 de noviembre de 2018, el “comandante Emilio” dio una dura pelea en los tribunales para no ser enviado de vuelta a su país.
Según la Justicia, el otro autor material del homicidio sería Ricardo Palma Salamanca, quien reside en Francia con asilo político otorgado por las autoridades galas, y es considerado uno de los prófugos más buscados de Chile tras huir en 1996 en helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago.
Breve recuento del secuestro del “Jefe” Diego
Diego Fernández de Cevallos fue secuestrado el 14 de mayo cerca de su hacienda “La Cabaña” en en el estado de Querétaro, México, y liberado siete meses después.
Detrás del plagio de quien fuera candidato al a presidencia, estuvo un grupo que se autodenominó como “Misteriosos desaparecedores”. Al menos así se hicieron llamar en al menos cuatro comunicaciones que mantuvieron durante los más de seis meses de cautiverio.
Tan sólo unos días después de su desaparición, se divulgó en las redes sociales la primera fotografía del político. El panista fue puesto en un fondo oscuro, con el torso desnudo y los ojos vendados, así como un mensaje escrito a mano por él. Posteriormente apareció con revistas que daban cuenta del día en que se tomó la fotografía.
Tras este hecho, los familiares de Fernández de Cevallos solicitaron a las autoridades mexicanas que dejaran de investigar, acción con la que se facilitaron las negociaciones con los secuestradores hasta el día de la liberación del panista.
De acuerdo con los medios de comunicación, unas horas antes de ser liberado, los presuntos secuestradores emitieron un último comunicado en el que bajo el título de “Epílogo de una desaparición”.
*Con información de EFE.
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