Desde este miércoles 22 de septiembre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está de manteles largos por sus 111 años, pues a pesar de haber finalizado su día las felicitaciones continúan.
Desde senadores de la República hasta la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, han celebrado los más de cien años de la máxima casa de estudios de la que se han graduado grandes mentes y personalidades como el escritor Octavio Paz, el cineasta Alfonso Cuarón y hasta el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
La UNAM, que ha dado a México grandes personalidades, museos, así como la oportunidad a millones de mexicanos y mexicanas de acceder a estudios de calidad mundial, entre otras cosas, ha atravesado varios cambios.
En sus inicios la UNAM no tenía todas las facultades y escuelas de nivel medio superior que ahora conocemos. A continuación dejamos un breve recorrido de las modificaciones y mejoras que ha tenido la máxima casa de estudios a través del tiempo.
El primer paso que la universidad mexicana ocurrió en abril de 1910, cuando Justo Sierra presentó la Ley Constitutiva de la Escuela Nacional de Altos Estudios, de la que surgió el proyecto para la fundación de la Universidad Nacional.
La nueva institución, fue constituida por las escuelas Nacional Preparatoria, de Jurisprudencia, de Medicina, de Ingenieros, de Bellas Artes (en lo concerniente a la enseñanza de la arquitectura) y de Altos Estudios.
Tras aprobado el proyecto, el 22 de septiembre tuvo lugar la inauguración solemne de la Universidad Nacional de México, la cual fue celebrada por el entonces presidente, Porfirio Díaz. Las “madrinas” de la nueva universidad fueron las de Salamanca, París y Berkeley.
El primer rector de la institución fue Joaquín Eguía y Lis. A partir de esa fecha, se convirtieron en universitarios los profesores y estudiantes de las escuelas nacionales ya existentes. Sin embargo, no todo fue celebración, ya que su apertura repudiada por la vieja guardia del positivismo ortodoxo, por supuestamente atentar contra el progreso.
A partir de entonces enfrentó varias modificaciones en sus planes de estudio, carreras, y más, teniendo uno de los más significativos en 1929, cuando obtuvo su autonomía y cambió su nombre por el de Universidad Nacional Autónoma de México con el que ahora la conocemos.
Fue en 1943, cuando se eligió el Pedregal de San Ángel, una zona de terrenos predominantemente volcánicos, para construir la Ciudad Universitaria (CU). Fue hasta 1950, tras atravesar problemas económicos y de selección de arquitectos, cuando se colocó la primera piedra y con ello arrancaron las obras de infraestructura.
Otros de sus grandes cambios fue la integración en 1971 de los tres primeros Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) que permitieron aumentar la población estudiantil de nivel bachillerato con un sistema de estudio distinto al de las Escuelas Preparatorias. Actualmente hay cinco CCH: Azcapotzalco, Naucalpan, Vallejo, Oriente y Sur.
Conforme pasaron los años la construcción de más planteles y edificios de la UNAM, por lo que también sus localizaciones fueron cambiando, por ejemplo, El Antiguo Colegio de San Ildefonso, uno de los museos más emblemáticos del Centro Histórico de la Ciudad de México fue de 1867 a 1989 sede de la Escuela Nacional Preparatoria.
En el caso de CU, debido a que la matrícula estudiantil fue aumentando progresivamente se reubicaron varias facultades. En la década de los 70, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales se encontraba a un lado de la Facultad de Derecho y años más tarde fue reubicada hasta la zona escultural. Ahora su antiguo edificio es conocido como “la escuelita”.
Cabe recordar que en junio de 2007, CU fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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