Hernán Cortés fue el encargado de conquistar tierras mexicanas tras su llegada en el año de 1519. Sin embargo,México también fue el lugar en donde construyó su hogar y el lugar en donde descansan sus restos.
La Casa de Cortés en el municipio de La Antigua en el estado de Veracruz es conocida por ser el primer recinto que albergó al conquistador sin embargo, según cuenta el cronista Wenceslao García Hernández, el uso real de este espacio fue de aduana, ya que este era el mejor lugar para controlar y almacenar las grandes cantidades de oro que se enviaban a la Nueva España.
Actualmente, en este recinto funge como museo, en el se puede apreciar gran parte de la construcción estilo sevillano en la que se encuentra una noria casi intacta desde la que se obtenía el agua para abastecerla, gran parte de las habitaciones que rodean el patio central siguen en pie.
Por otro lado, muchos investigadores han afirmado que Cortés vivió en el centro de Coyoacán en la Ciudad de México, en el edificio que hoy es sede de las oficinas de la alcaldía. Sin embargo, lo que se conoce como “casa” o “palacio” de Cortés es un edificio cuya construcción data de finales del siglo XVIII y que ya aparece en guías de viajeros de principios del siglo pasado; por lo tanto aquí no pudo haber vivido el conquistador.
De acuerdo con el investigador Alberto Peralta, debajo del actual edificio de la alcaldía se encuentran vestigios prehispánicos y que la única casa del siglo XVI de la que se sabe es la que tradicionalmente se conoce como la “Casa de la Malinche”, ya que es la única construcción de aquel tiempo en el centro de Coyoacán: “el edificio sí es de esa época, pero no hay ningún documento que haga constar que Cortés, la Malinche o sus allegados vivieron en la zona”, señaló.
Asimismo, se tiene entendido que en esa misma alcaldía vivió la Malinche, pareja del conquistador. Cortés mandó construir la Iglesia de Santa Catarina y la de Juan Bautista, así como el Palacio de Ayuntamiento, que en realidad fungió como el palacio del español.
El español decidió mandarle construir una casa en Coyoacán. La Malinche la quiso roja, con grandes jardines y muy cerca de una Iglesia. Por este motivo, Cortés mandó erigir la Iglesia y la Plaza de la Inmaculada Concepción, para que fueran el templo y el parque frecuentados por su mujer.
También conocida como la “Casa Colorada”, esta grande casona de paredes gruesas, bellos ventanales e icónicos barrotes fue el hogar de La Malinche y Hernán Cortes durante un año, aproximadamente hacia 1521 o 1522.
Hace algunos años, esta inconfundible casa de Coyoacán fue habitada por los pintores mexicanos Rina Lazo y Arturo García Bustos. Hoy por hoy, la Casa de La Malinche en Coyoacán es un predio colonial oficial, que sirve como el recuerdo de la abrupta transición que ocurrió con la caída de Tenochtitlán. Esta casa representa el inicio del mestizaje, desde un punto de vista racial hasta el cultural.
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