En la Ciudad de México existen muchos monumentos históricos, que tienen miles de anécdotas detrás de ellos, que no muchos conocen. La escultura de la Diana Cazadora, ubicada en Paseo de la Reforma, es una de estas.
Lo primero que se debe saber, es que La Diana Cazadora no es el nombre original de la escultura, pues el verdadero nombre es La Flechadora de la Estrellas del Norte. Se le conoce como La Diana, o la Diana Cazadora porque la escultura está inspirada en la diosa romana de la caza, Diana, quien según la mitología del país europeo, es virgen y protectora de la luna, por lo que crearon una versión de ella como si estuviera flechando las estrellas en vez de animales.
Aclarado este punto, también es importante mencionar su origen. En los años cuarenta del siglo pasado, Manuel Ávila Camacho, quien era presidente de México, tomó la decisión de embellecer la Ciudad de México, con la creación de monumentos que adornaran y embellecieran puntos principales de la capital. Fue por esto que el escultor Juan Olaguíbel y el arquitecto Vicente Mendiola pusieron manos a la obra.
Otro de los datos pocos conocidos de la icónica escultura, es que fue inspirada en el cuerpo de una jovencita de 16 años que trabajaba como secretaria en Petróleos Mexicanos (Pemex). La joven Helvia Martínez Verdayes fue invitada por los creadores de la escultura para posar y que su cuerpo fuera el molde que daría vida a la escultura que actualmente es un punto de referencia para los capitalinos.
No se le pagó absolutamente nada por posar, y solo pidió que se mantuviera en secreto que ella había sido quien había posado para dicha escultura, pues no quería causar controversia en la sociedad, que en ese tiempo veía muy mal actos como el desnudo. La identidad de Helvia se mantuvo en el anonimato por varias décadas, hasta que en 1992, ella misma reveló su identidad en su libro “El secreto de la Diana Cazadora”, en donde cuenta su historia. Posteriormente se daría a conocer que ella también había posado para la creación de la Fuente de Petróleos.
La escultura se inauguró el 10 de octubre de 1942, en la Puerta de los Leones, en la entrada del Bosque de Chapultepec, en donde se encontraba originalmente la glorieta con la escultura. La estatua de bronce midió siete metros y tuvo un peso de cuatro toneladas. El impacto en la sociedad, en su mayoría con una ideología conservadora, provocó que se le mandara a poner un taparrabo, pues como ya se comentó, los desnudos no eran bien vistos.
Con el tiempo, la sociedad fue cambiando su manera de pensar, y para 1968 se mandó a quitar el taparrabo de bronce que se le había puesto a la escultura, sin embargo, al quitárselo, la escultura se dañó, por lo que se mandó a hacer una réplica, y la original fue donada al municipio de Ixmiquilpan, en el estado de Hidalgo. La Diana original fue puesta en el Zócalo del poblado, en donde permanece hasta la fecha.
Para 1974, la glorieta que se encontraba en la entrada de la Puerta de los Leones, en el Bosque de Chapultepec, en donde estaba la Diana Cazadora, fue retirada, pues comenzó la creación del Circuito Interior. Por esto, la estatua fue colocada en el Parque Ariel, ubicado la calle de Río Ródano, a la altura de donde hoy se encuentra la Torre Mayor. Ahí, fue olvidada varios años, hasta que en 1992 fue rescatada de nuevo y puesta en su sitio actual.
Una de las grandes incógnitas de la escultura, es por qué la mujer que se ve solo tiene un arco, y no la flecha. Se dice que fue poco después de revelarse ante los ojos de los capitalinos, se llevó a cabo el robo de este objeto. Desde entonces, la estatua permanece sólo con el arco de tiro.
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