Aunque diversos mandatarios de corte izquierdista criticaron y plantearon sustituir la Organización de Estados Americanos (OEA), no hubo consenso para que 31 países del continente aprobaran el reemplazo en la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que tuvo sede en México.
“No era el objetivo de la reunión de hoy”, atajó categórico el canciller mexicano Marcelo Ebrard, al ser cuestionado sobre la posibilidad de que la OEA fuera dejada de lado con el impulso de una Secretaría General de la Celac, o algo parecido a la Unión Europea, como planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ebrard explicó que el documento de 44 puntos, suscrito este 18 de septiembre, fue preparado con semanas de anticipación debido a las intensas negociaciones por cada párrafo. Además, porque la Celac tiene como objetivo consolidarse en principal instrumento de cooperación y desarrollo continental.
“El tema de la OEA lo estamos trabajando varios países, vamos a presentar en su momento qué es lo que pensamos, cómo se debe cambiar, pero ese es el efecto, la causa es un entendimiento diferente con Estados Unidos y Canadá”, justificó sobre la falta de unidad ante el planteamiento.
La declaración conjunta proporcionada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) recoge posicionamientos de los países miembros, además de declaraciones especiales, como poner fin al bloqueo económico que mantiene Estados Unidos sobre Cuba desde hace seis décadas.
En el acuerdo de 13 páginas no hay siquiera una mención a la OEA que preside el uruguayo Luis Almagro.
El titular de la SRE interpretó las declaraciones del presidente López Obrador en la Cumbre de la Celac y aseguró que las naciones deben buscar otra dinámica de entendimiento con las potencias de norteamérica, con sustento en la inversión, corresponsabilidad y el respeto a la soberanía.
“Hagamos una relación distinta a la que hemos tenido, ¿sobre qué base?, sobre la base de que también la geopolítica está cambiando, y los pesos relativos también y nos necesitamos”, explicó Marcelo Ebrard en conferencia a medios desde Palacio Nacional.
Más temprano, el mandatario mexicano destacó la importancia de tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.
Sin embargo, López Obrador tampoco hizo mención a la OEA ni propuso abandonarla formalmente. Aunque sí se opuso a todo tipo de sanciones y dijo que las cuestiones de derechos humanos y democracia sólo deben considerarse si un país acusado de violaciones lo solicita y que en todo caso deberían dirimirse en instancias neutrales, como en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aunque su homólogo de Bolivia, Luis Arce, instó a los miembros de la Celac para enfrentar deficiencias de la OEA.
“La OEA en vez de actuar bajo los mandatos de la Carta Democrática actúa en contra de los principios de la democracia. Su creciente injerencia en los asuntos de los Estados no contribuye a la solución pacífica de controversias, sino que las genera.
“Es un organismo obsoleto e ineficaz que no responde a las necesidades de nuestros Estados ni a los principios del multilateralismo” acusó el sudamericano.
Desde el pasado 24 de julio, al encabezar el evento para conmemorar el 238 Aniversario del Natalicio de Simón Bolívar en el Castillo de Chapultepec, López Obrador aseguró que la OEA debe desaparecer. En aquel entonces reiteró su apoyo a Cuba y aseguró que México ya no sería considerado como un “patio trasero” del régimen estadounidense.
“La propuesta es ni más ni menos que construir algo semejante a la Unión Europea, pero apegado a nuestra historia, a nuestra realidad y a nuestras identidades”, manifestó el mandatario a los representantes de 33 países de la región.
“En ese espíritu no debe descartarse la sustitución de la OEA por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie, sino mediador, a petición y aceptación de las partes en conflicto”, aseveró el tabasqueño.
Desde su creación, en el 2010, en el foro regional se han promovido iniciativas para tratar de reformar a la OEA, pero ninguna ha prosperado debido a la falta de consenso entre los 32 miembros del bloque.
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