La continua actividad del volcán Popocatépetl en el mes de septiembre ha puesto la mirada de miles de mexicanos en él, y quienes amanecen preguntándose si este será el día en el que el volcán se despierte definitivamente. El doctor Dr. Robin Campion, quien vigila a Don Goyo, como se le conoce popularmente, desde el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura en que hay que estar informados y preparados para cualquier escenario; sin embargo hasta el momento la actividad es normal.
Para SkyAlert, que ofrece información sobre el desarrollo de erupciones volcánicas que ocurren en México y en el mundo, Campion dijo que “desde principios de septiembre hay un aumento en las explosiones de intensidad baja a moderada debido a que el último año, y lo que va del 2021 casi, no había tenido exhalaciones, eran emisiones de cenizas esencialmente pasivas, no explosivas, y ahora estamos viendo nuevamente explosiones. Por el momento no son tan fuertes como las del 2019, por ejemplo”.
El volcán, ubicado en los límites territoriales de Morelos, Puebla y el Estado de México, despertó justo después de un temblor de magnitud 7.1, lo que despertó una duda crucial: ¿están relacionados ambos eventos? La respuesta es no. “Es un punto fundamental en ciencias, que una coincidencia no es necesariamente una causalidad. Ahora no todos los sismos pueden reactivar el volcán, deben ser por una parte, suficientemente fuertes y por otra parte, deben ser suficientemente cercanos”, señaló a Sky Alert.
A pesar de la constante actividad del volcán, el riesgo para la población es bajo, por ello el vulcanólogo recomienda seguir las indicaciones de las autoridades de Protección Civil, así como no subir al cráter en estos momentos.
El Popocatépetl —que en náhuatl significa montaña que humea—, está vigilado las 24 horas por cuatro cámaras de video que transmiten en directo toda su actividad.
Este volcán inició una fase intensa de actividad a partir de 1964 con emisiones de lava y explosiones de ceniza. Es el segundo más alto de México, con 5 mil 452 metros, un cráter de 900 metros de diámetro y 150 metros de profundidad.
La explosión, que ha venido acompañada de lava, gases y ceniza, ocurrió poco después de que en el Estado de México se registrara el desgajamiento del cerro del Chiquihuite.
La colina, ubicada en Tlalnepantla, en el Edomex se derrumbó sepultando viviendas y dejando al menos dos muertos y una decena a de heridos. El accidente está relacionado con la temporada de lluvias, en las cuales los vecinos han declarado siempre caen piedras.
Debido a lo ocurrido, el gobierno del estado ha habilitado tres albergues temporales para los afectados.
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