El programa Shark Tank México, producido por el canal Sony, dio a conocer a algunos de los empresarios más importantes de México. Entre ellos están el regiomontano Carlos Bremer, director de Grupo Financiero Value, considerado el más rentable de los grupos no bancarios de México, en los últimos años; Patricia Armendáriz, Directora General de Financiera Sustentable; Arturo Elías Ayub, Director de alianzas estratégicas y Contenidos de America Móvil Director de Fundacion Telmex, además de yerno de Carlos Slim, el hombre más rico de México, y Rodrigo Herrera Aspra, dueño de Genomma Lab, empresa farmacéutica fundada en 1996.
Justamente este último, tiene una fortuna aproximada, según Forbes, de 600 millones de dólares. Rodrigo Herrera Aspra nació un 19 de septiembre de 1968, en la Ciudad de México, por lo que está a punto de cumplir 53 años.
Comenzó su carrera en los negocios desde niño, pues le encantaban los videojuegos, pero como en aquel tiempo solamente existían algunos lugares a los que asistía a jugar “mesapong”, iba a gastarse lo que sus padres le daban de “domingo”. Era tan apasionado al juego, que en pocas horas se esfumaba su dinero. De ahí nació su necesidad de generar dinero, y mencionó alguna vez, que fue la era digital lo que detonó su gusto y motivación por los negocios, pues desde muy pequeño, a los 11 años, comenzó con estos.
Su padre fue un hombre que peleó por salir adelante, pues cuando era menor de edad se dedicó a lavar coches en el Barrio Bravo de Tepito, y con mucho esfuerzo logró estudiar para ser un Ingeniero Civil Hidráulico. Un día que volvió de Las Vegas, su padre le dijo que había apostado y perdido mucho dinero, y mencionó que eso no le volvería a pasar, así que decidió invertir en el campo mexicano, pues estaba muy abandonado y requería de mucho ingenio. Comenzó con algunos invernaderos de hidroponía, sembrando jitomates.
Una ocasión, Rodrigo le pidió a su padre que le diera dos cajas de jitomate para venderlas, y tener dinero para los videojuegos, a lo que él le contestó que le daría crédito, pero posteriormente le tendría que pagar. Desde ese momento, comenzó a desarrollar el instinto por vender.
Posteriormente, a los 17 años, comenzó a trabajar mientras estudiaba. Vio una ferretería en la calle de López, en el centro de la Ciudad de México, que estaba quebrada por ventas bajas. Pensó que el flujo de gente sobre la calle era bastante alta, y se le ocurrió que si pudo vender, a los 11 años, jitomates en una calle con una afluencia mucho menor, esto sería más fácil. Ahí comenzó con su primer negocio formal. Sus horarios eran de 7 de la mañana a 2 de la tarde, estar en la escuela, para posteriormente ir a atender la ferretería, en la que se quedaba hasta las 10 de la noche, entre semana. Los sábados iba a atender la ferretería de 10 de la mañana a 8 de la noche.
A los 18 años consiguió poner una segunda ferretería. A los 20 su padre le pidió trabajar en un negocio que tenía, en el que se fabricaban muebles para baños, para iniciar una etapa de expansión. Estudió Administración en la Universidad Anáhuac.
Tras la crisis de 1994, los negocios de su padre vivieron una etapa muy dura. A los 23 años, tras ver un infomercial, se le hizo algo muy novedoso la venta por televisión. Así que tuvo la idea de vender productos cosméticos y medicamentos, pues, pensó, tenían una gran demanda, así que contactó a un grupo de médicos, y nació su primer producto para la piel. Así fue como nació Genomma Lab, la empresa farmacéutica que fundó y que hasta ahora tiene mucho éxito.
Herrera Aspra se casó en el pasado mes de marzo con Marta Stępień, quien fuera Miss Canadá en el 2018, aunque el matrimonio mantiene un perfil muy bajo en cuanto a su relación, pues en redes sociales no suben nada sobre él ni han dado mayores declaraciones.
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