Luego del hallazgo del cuerpo sin vida de la pequeña Mía en la zona de la tragedia en Tlalnepantla, aún sigue la búsqueda de dos personas más, que se presume, se trata de la mamá de la menor, Paola Daniela Campos y su otro hijo, Dilan Mendoza de 5 años de edad, quienes quedaron sepultados por el desprendimiento de rocas gigantes en el cerro del Chiquihuite.
De acuerdo con los primeros reportes, la tarde del pasado miércoles 15 de septiembre, Samuel Gutiérrez, coordinador general de Protección Civil del Estado de México, aseguró que aún no hay indicios de la localización de Paola y Dilan.
Es importante recordar que de acuerdo con estándares internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el proceso de búsqueda y rescate de personas atrapadas, después de 72 horas, es muy difícil hallar personas con vida.
En ese sentido, Samuel Gutiérrez recordó que en la zona del desastre donde el deslave sepultó por lo menos cuatro viviendas, se seguirá laborando y utilizarán maquinaria, aunque primero deberán estabilizar el área, pues debido a la situación su equipo está en un sitio de riesgo.
“Llevamos a cabo reunión de Coordinación entre los 3 órdenes de Gobierno en el Puesto de Comando, para continuar con labores de búsqueda y estabilización del desprendimiento de rocas”, reveló hace unas horas.
Es importante recordar que el pasado martes 14 de septiembre, Ricardo de la Cruz, subsecretario del gobierno del Edomex, informó sobre el hallazgo de indicios de material genético humano.
“Esperemos que los indicios que hoy tenemos confirmen lo que creemos pueden ser de personas. Si se confirma, se frenará de inmediato la búsqueda, pero si no, también debemos ya valorarlo. Hay, evidentemente, indicios muy importantes porque hemos encontrado material humano, genético, que puede identificar a las personas”.
Los restos de la menor de tres años de edad, fueron trasladados en ambulancia al Instituto de Salud del Estado de México y luego a la Fiscalía estatal para realizar las diligencias correspondientes.
La tragedia ocurrió la tarde del pasado viernes 10 de septiembre, cuando rocas de grandes dimensiones aplastaron casas, autos, sepultaron personas y bloquearon calles.
Según el gobierno del Estado de México, alrededor de 80 viviendas fueron desalojadas en la colonia Lázaro Cárdenas, ya que es la zona de mayor riesgo.
De acuerdo con algunos videos que circulan en redes, vecinos de la localidad expresaron desconcertados, que solo se escuchó un fuerte estruendo, luego elementos de Protección Civil, bomberos y hasta los mismos ciudadanos aledaños al lugar comenzaron a trabajar en la remoción de escombros y en busca de sobrevivientes.
Equipos de rescate y decenas de personas levantaron el puño como señal de silencio para tratar de escuchar si había personas con vida bajo las rocas.
Una cadena humana labora en el sitio para agilizar la remoción de escombros, pues la esperanza de hallar sobrevivientes prevalece.
Al cerro del Chiquihuite llegó también el gobernador del Edomex, Alfredo del Mazo Maza, quien reconoció el número de casas afectadas y ordenó el desalojo de 80 más.
“Hay 560 elementos de los tres ordenes de gobierno apoyando las labores de rescate.
Establecimos un centro de mando para continuar con los trabajos de rescate, prevención y desalojo de las familias en riesgo”, reiteró sobre el suceso.
La Guardia Nacional activó también un plan para auxiliar en coordinación con autoridades locales a los afectados y brindar seguridad.
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