Tradicionalmente en México se realiza cada 15 de septiembre una cena mexicana para honrar el Día de la Independencia, en la que familias preparan platillos tradicionales como pozole, mole, tamales, pambazos y más.
Y aunque cada año se repite el menú, los mexicanos no pueden evitar emocionarse por comer pozole en este día. Por esa razón en redes sociales surgieron varios memes para burlarse de ello.
También aprovecharon para convertir algunos personajes de reconocidos animes como Evangelion y Sailor Moon, de videojuegos o cantantes como Luis Miguel, en una versión patriótica.
El pozole, uno de los platillos preferidos de la temporada, tiene su origen en la época prehispánica. Estaba conectada con una ceremonia azteca y una faceta poco conocida.
Hoy en día está considerado uno de los platillos típicos más sanos por su alto contenido de proteína –por la carne ya sea de pollo o de cerdo y por el maíz–, gracias a que también contiene cebolla, lechuga rábanos, jitomate y chile, también aporta carbohidratos, hierro, potasio, magnesio y fibra.
Pero el origen del pozole está menos conectado con la nutrición, se refiere más bien a un origen ceremonial, como lo señala en el texto “Recuperando significados: el sentido ritual del pozole en la sociedad azteca”, del académico Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, profesor de la Universidad del Caribe, publicado en la revista Teoría y Praxis en 2014.
En la época de los aztecas el platillo sólo podía consumirse por el emperador y los sacerdotes de más alto rango en ocasiones especiales y festejos religiosos, ya que se preparaba con carne humana de los guerreros que eran sacrificados durante los rituales de adoración al sol.
“Fray Bernardino de Sahagún consigna la práctica antropofágica en su Historia general de las cosas de la Nueva España, aunque refiere un significado acorde con su visión y percepción, modelada por los usos y costumbres de su tiempo y de su tierra. El horror que seguramente le produjo y sus propias concepciones religiosas atribuyeron al hecho un significado salvaje y anticristiano”, señaló Jiménez.
“Significaban el rito donde se verificaba la dualidad permanente de la visión mística del nahua: origen y fin, cielo y tierra, día y noche, simbolizado de muchas maneras en sus artes, en su filosofía y en sus ritos: Quetzalcóatl que repta-vuela con la serpiente-águila, en su condición terrenal-divina”, añade el texto. Al consumirlo, los aztecas participaban en el rito de la creación.
“Comiendo el alimento sagrado, místico, el sacerdote participa directamente en ese rito. En ese sentido no es muy diferente a la liturgia sagrada de los católicos en la comunión: la hostia y el vino representan, simbólicamente, la sangre y el cuerpo de Cristo”, señala el académico.
Ante el horror que les causaba el canibalismo de los aztecas, luego de la conquista los españoles decidieron sustituir la carne humana en el platillo por la de cerdo, debido a que su sabor era similar, sin embargo, el consumo se mantuvo sólo entre los indígenas y no se extendió a los conquistadores.
No obstante, en lugar de mantenerse como un manjar de emperadores y sacerdotes, el consumo se generalizó entre el resto de la población, manteniéndose la receta (con sus cambios en el consumo de carne) por siglos, siendo el platillo que se conoce hasta este día y se come tradicionalmente durante la cena del 15 de septiembre.
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