Ya han pasado más de 24 horas desde que iniciaron las labores de rescate de personas sepultadas luego del deslave de rocas gigantes del Cerro del Chiquihuite en varias casas de la colonia Lázaro Cárdenas, en Tlalnepantla, Estado de México.
Hasta las 19:00 horas de este sábado, las autoridades municipales y estatales han confirmado un saldo de una joven fallecida, un hombre rescatado y tres personas en calidad de desaparecidas, las cuales pertenecen a una misma familia: una mujer y dos menores de edad.
Pero las maniobras se han complicado debido a la inestabilidad de la ladera por las lluvias y lo estrecho de las calles, por lo que todavía no es posible utilizar maquinaria pesada para retirar las enormes rocas que se vinieron abajo, ante el riesgo de nuevos desgajamientos.
Ante este panorama, Ricardo de la Cruz Musalem, subsecretario general del Gobierno del Estado de México, informó que la búsqueda y rescate de posibles víctimas que quedaron entre los restos podría ser suspendida si hay amenaza de lluvia.
Incluso, el funcionario precisó que se redujeron el número de rescatistas en la zona del deslave debido a que se detectaron grietas, por lo que ingenieros se encuentran realizando más estudios para garantizar la seguridad tanto de los rescatistas como de las víctimas. Además ampliarán el perímetros de seguridad.
“El riesgo persiste hoy tenemos condiciones de lluvia, eso generará un riesgo adicional, los apuntalamientos que podamos poner arriba, estructuralmente no son efectivos cuando llueve y tampoco cuando hay piedras de gran tamaño, los especialistas nos dicen que puede pesar más de 200 toneladas una de ellas”
“Permaneceremos en este lugar el tiempo que sea necesario, pues se emprende una batalla para estabilizar la ladera del cerro y contra el clima, pues existe una amenaza de lluvia”, agregó en entrevista para Milenio TV.
Cabe mencionar que el municipio y Protección Civil han insistido desde la noche de este 10 de septiembre a través de sus redes sociales que todos los vecinos de la zona siniestrada se debían mantener alejados, mientras elementos de las fuerzas armadas, incluidos binomios caninos, continúan con las tareas de búsqueda de víctimas.
Sin embargo, solo una familia de las 96 que fueron notificadas al respecto, desalojaron la zona; esto a pesar que el municipio puso a disposición transporte para trasladar a las familias que así lo deseen a los cinco albergues que se han instalado.
Los vecinos no han respondido al exhorto por el temor al robo de sus pertenencias, según la señora Genoveva, quien solo pudo sacar ropa y papeles de su domicilio para llevarlos a un familiar y permanecer en las inmediaciones de la llamada zona cero.
Al respecto, De la Cruz Musalem señaló que para garantizar los bienes patrimoniales de las 80 viviendas que es necesario evacuar, notarios públicos recorren las casas.
Sobre el reciente ajuste del número de personas desaparecidas que pasó de 10 a solo tres, según la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) del Gobierno de México, dijo que en las últimas horas aparecieron personas que se habían reportado como sepultados; no obstante, resaltó que no hay un número definido.
En cuanto a las causas, el gobernador de la entidad, Alfredo del Mazo, quien acudió a la zona de desastre, explicó que el desastre pudo ser por el tema de las fuertes lluvias y el sismo de 7.1 grados que azotó la región hace unos días.
De acuerdo con el Atlas de Riesgo 2020 de la alcaldía Gustavo A. Madero (GAM), colindante con Tlalnepantla, las laderas del cerro son de alto riesgo, pues las filtraciones pluviales desgastan la base de rocas y ello, eventualmente, deriva en derrumbes.
“El cerro del Chiquihuite es un ejemplo de lo inadecuado que puede ser el establecimiento irregular de cientos de familias a lo largo de zonas no aptas para zonas habitacionales”, aseguraron especialistas del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México en un artículo publicado hace 12 años.
Algunos eventos de tragedia se registraron en 1998, pues un bloque de roca cayó en calles de la colonia La Pastora, en la GAM. Otra situación similar ocurrió en junio del año 2000, cuando un desprendimiento en el lado Este provocó la muerte de una persona y toneladas de piedras, lodo y escombros afectaron casas en la colonia Lázaro Cárdenas, Segunda sección, donde tuvo lugar la afectación de este viernes 10 de septiembre.
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