Mientras fue secretaria de la Función Pública para la actual administración mexicana, Irma Eréndira Sandoval aseguró, y hasta lo evidenciaba en sus redes sociales, que daba seguimiento a las denuncias que hacía de su conocimiento la Auditoría Superior de la Federación (ASF), respecto al manejo de recursos del erario durante el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, 2019. Pero ahora se sabe que en la dependencia a su cargo no quedó registro alguno de eso
Así lo da a conocer este domingo el diario mexicano Milenio, afirmando que la exfuncionaria simuló entonces que atendía lo señalamientos que indagaban un posible mal manejo de recursos. El diario obtuvo como respuesta a sus solicitudes de consulta de información que ninguno de las ocasiones en las que Sandoval afirmaba tener los encuentros procedentes, se encuentran en el archivo de la ASF.
Fue el pasado mes de febrero que la dependencia dio a conocer su último informe sobre la revisión al gasto realizado durante 2019. Ahí se especificaba que las instituciones federales manejaron de forma irregular más de 44.364 millones de pesos.
Como ejemplo, destaca dicho medio, está un probable daño patrimonial por 57 millones de pesos en la ejecución del programa Jóvenes Construyendo el Futuro. También se tienen irregularidades por 209,4 millones de pesos en el Programa Fertilizantes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Asimismo, el programa de Microcréditos para el Bienestar, que está dirigido al apoyo de micronegocios, llegó solamente al 22 por ciento de los solicitantes. Mientras que se localizaron pagos fuera de norma por 75 millones en la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.
El pasado mes de marzo, Irma Eréndira Sandoval publicó en Twitter imágenes de sus reuniones con secretarios del gabinete de AMLO, en ese entonces, como Rocío Nahle, Luisa María Alcalde, Javier May, Olga Sánchez Cordero o Marcelo Ebrard. En esas reuniones, supuestamente atendía tales señalamientos.
La exfuncionaria se habría reunido en total con representantes de unas 22 dependencias. Mientras que en sus cuentas personales, así como las de la SFP, ella aseguraba que los encuentros tenían como finalidad “mejorar la gestión pública e impulsar una correcta fiscalización”.
“Hay inexistencia de información”, respondió la Función Pública a Milenio cuando les solicitó documentos como evidencia de esas reuniones.
El pasado mes de junio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció un llamativo cambio en su gabinete de gobierno: la salida de Irma Eréndira Sandoval de la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la entrada en su lugar de Roberto Salcedo Aquino, como encargado de dicha dependencia.
“Tomé la decisión de sustituir a Irma Eréndira Sandoval Ballesteros por Roberto Salcedo Aquino en el cargo de secretario de la Función Pública. Se continuará con la política de cero corrupción y cero impunidad. Nunca le fallaremos al pueblo”, señaló el mandatario al hacer este anuncio a través de su cuenta de Twitter.
López Obrador reconoció el desempeño de la ex titular y agradeció por su apoyo al frente de la dependencia.
“Ella es una mujer de lucha por la justicia, por la democracia. Fue muy importante su colaboración en el inicio del gobierno, sobre todo, en lo que se le encargó: el combate a la corrupción y la aplicación de una aplicación de una política de austeridad republicana de estado”, expresó.
Por su parte, Irma Eréndira también expresó agradecimiento a López Obrador por “permitirme haber caminado a su lado en este primer gabinete paritario”, así como por brindarle su apoyo para aplicar las estrategias para el combate a la corrupción desarrolladas desde la academia.
Sin embargo, de manera extraoficial, corren las versiones de la salida de Irma Eréndira de la SFP. Un castigo a, lo que pudo haberse considerado, su deslealtad al Ejecutivo. Además de figurar en la lista de escándalos que le pasaron factura al partido del presidente, Morena, en las pasadas elecciones del 6 de junio, en las que, por nombrar uno de esos costos, esa agrupación perdió prácticamente la mitad de la Ciudad de México.
“Traducción: se tomó la decisión de castigar a Irma Eréndira Sandoval por sabotear la candidatura de Salgado Macedonio, ya que quería imponer a su hermano. Se continuará con la política de corrupción e impunidad selectiva como en el caso Bartlett. Seguirán fallándole al pueblo”. Así lo describió Denise Dresser, politóloga y escritora crítica mordaz de la actual administración.
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