Tras el sismo de magnitud 7.1 percibido en la Ciudad de México, personas quedaron atrapadas en el Cablebús de Iztapalapa debido a un corte de energía.
De acuerdo con reportes oficiales, los usuarios quedaron suspendidos desde las 20:47 horas (tiempo del centro del país) y unos 73 minutos después, el servicio fue reestablecido, según informó la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sehinbaum.
“Estoy en el C5 viendo la cámara donde se observa el restablecimiento de operación del Cablebús”, reportó la titular del Ejecutivo en la Ciudad de México.
“Se hizo desalojo total de L1 de Cablebús y desalojo Bucle B de L2. Hay una falta de suministro eléctrico en la zona del Bucle A de la Línea 2. Pedimos tranquilidad a personas en cabinas. Están seguros. Se está resolviendo el suministro eléctrico Servicios de emergencia en camino”, había informado Andrés Lajous, secretario de Movilidad de la capital, entre las 21:34 horas.
La cuenta oficial del servicio de transporte precisó que, tras el reinicio de energía en la Línea 2, aún seguía el protocolo de seguridad para el desalojo de personas entre las estaciones Xalpa y Constitución de 1917. Pero el secretario de Movilidad aseguró que, para las 22:30 horas, los dos bucles fueron desocupados en su totalidad, pues se utilizaron generadores de respaldo y las personas pudieron terminar su viaje.
Vecinos de Iztapalapa reportaron que algunos transformadores sufrieron afectaciones y varias casas de la zona quedaron a oscuras. De acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad, el temblor generó que 735 mil usuarios en la capital del país padecieran cortes de energía, lo que representa el 22% del total en la Ciudad de México.
Según lo reportado por el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el movimiento telúrico se originó a 14 kilómetros al sureste de las costas de Acapulco, Guerrero.
En redes sociales comenzaron a circular videos y fotografías del momento de terror e incertidumbre que pasaron los usuarios del Cablebús, colgados en alturas que varían de los 19 a 40 metros. Desde el interior, pasajeros grabaron el pánico, mientras algunos soportaban el sismo con una tensa calma.
“Discúlpame que te agarre”, comentó una mujer asustada a otro usuario junto a él mientras la cabina se movía de lado, en un espacio de 2.5 metros de alto, 1.80 metros de largo y 1.38 de ancho.
Marco Ambriz, vecino de Iztapalapa, contó a Infobae México que él viajaba entre la estación Xalpa, rumbo a Lomas de la Estancia, justo cuando sonó la alerta sísmica. En ese momento le asaltó el miedo. Una señora que venía a su lado había entrado en crisis, pero ambos lograron calmarse, pues estaban a punto de llegar a la estación. Tan pronto como arribaron, todo el sistema quedó apagado.
“Abrí las puertas, pudimos bajar y, en el momento que bajamos es cuando se sintió el movimiento fuerte”, dijo el capitalino.
Si bien percibieron la intensidad del evento, la estructura soportó la sacudida. Para el empleado en el sector privado, el Cablebús pasó la prueba de fuego en cuanto a condiciones de seguridad en sismos. Personal de Lomas de la Estancia indicó a los usuarios que se alejaran de las cabinas mientras dejaba de temblar.
Luego de dos minutos, cuando ya no se registraron movimientos, fueron desalojados a una explanada de seguridad. Aunque la luz se fue por unos segundos, de repente sonó el arranque de un motor y volvió la energía.
Ya cuando llegué a la casa fue el bajón del susto
Sobre las personas que estaban suspendidas a mitad del trayecto, Marco Ambriz dijo que no escuchó mayores gritos de auxilio desde abajo. Todo se mantenía en tranquilidad e incertidumbre, esperando el momento en que avanzarían las cabinas.
Cabe recordar que el protocolo de este transporte indica una suspensión en casos de vientos de hasta 65 kilómetros por hora, pero en temblores, se especificaron normas de construcción en las torres para evitar derrumbes. Las góndolas funcionan de manera mecánica y no pueden ser abiertas durante el trayecto. Además, el cable que las sostienen mide 35 milímetros de grosor y tiene una protección de plástico especial, así como seis cordones extras que impiden que se rompa.
Desde agosto pasado en que fue inaugurada, se prevé que la Línea 2 transporte diariamente a 49 mil personas con una tarifa de siete pesos por viaje, entre Santa Marta y Constitución de 1917. Se trata del teleférico de transporte urbano más largo del mundo con 10.55 kilómetros, siete estaciones y 305 cabinas, algo que lo hizo acreedor a romper un récord Guiness hace un par de semanas.
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