En días recientes, la Estatua de Cristóbal Colon que se encontraba en una glorieta de la importante avenida de la Ciudad de México Paseo de la Reforma, ha sido tema de conversación. Esto porque, el gobierno de la Ciudad de México ha decidido quitarla y poner en sustitución de esta, en la glorieta, la estatua de una mujer indígena.
Sin embargo, la estatua de Colón tiene una larga historia. El origen del monumento se remonta al siglo XIX, pues fue inaugurado en el año de 1877. Se considera como la primer glorieta de Reforma que tuvo un monumento conmemorativo, pues a pesar de que la escultura del Caballito, en donde se ve a Carlos IV, se colocó en 1852, la avenida aún no se construía.
La escultura de Cristóbal Colón fue una donación de don Antonio Escandón a la Ciudad de México. Escandón era un destacado empresario y banquero mexicano, y en 1873 pidió la escultura al francés Enrique Carlos Cordier, cuando el afamado empresario mexicano radicaba en París, Francia.
En 1877, Escandón volvió a la Ciudad de México, para participar en la inauguración del monumento que él mismo había mandado a construir, sin embargo, tiempo después volvió a París, en donde viviría hasta su muerte.
El monumento cuenta con alrededor de 15 metros de altura, y la estatua que lo corona muestra a Cristóbal Colón, con una mano en alto señalando al horizonte y con la otra levantando un velo que descubre al mundo.
Cuenta con un doble pedestal construido de piedra caliza roja y en las cuatro esquinas del pedestal inferior aparecen sentados cuatro frailes: Fray Diego de Deza, hojeando las páginas de la biblia para ver si no contiene algún texto que se oponga a las ideas del genial marino; Fray Juan Pérez de Marchena, estudiando una carta geográfica y midiendo con un compás la distancia entre España y el Nuevo Mundo; Fray Bartolomé de las Casas, preparándose para escribir en defensa de los indios a quienes siempre protegió de la crueldad de los conquistadores y Fray Pedro de Gante, abrazando la cruz, símbolo de evangelización de los indios.
En los cuatro lados del pedestal hay bajo relieves representando escenas de la conquista de América y de la carta geográfica utilizada por Colón. Otro dato interesante, es que, antes de que se retirara el monumento a Colón en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México había dos esculturas de quien, se dice, descubrió América. La otra estatua se encuentra en Plaza Buenavista.
En 1853, mucho antes de que la estatua de Escandón se concluyera, o siquiera se mandara a hacer, José Bernardo Couto, presidente de la Junta Directiva de la Academia de San Carlos, expresó al gobierno de México su deseo por esculpir un par de estatuas, una de Agustín de Iturbide, y la otra de Cristóbal Colón. La estatua de Colón fue pedida a Manuel Vilar, quien terminó el modelado en yeso el 9 de septiembre de 1858. Sin embargo, su fundición en bronce la realizó Tomás Carandente, en el taller de Miguel Noreña, hasta 1892.
Dicho monumento se colocó en la Plazuela de Buenavista, en el mismo año, 1892, y fue inaugurada por Porfirio Díaz.
Y es que el domingo, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, informó que la Estatua de Colón, que se retiró en octubre del 2020 para restaurarla, ya no se regresará al Paseo de la Reforma, sino que será colocada en el Parque Las Américas, en Polanco, y en sustitución de ella, se colocará la de una mujer indígena en Reforma.
Esto, dijo Sheinbaum, en reconocimiento a los 500 años de resistencia de las mujeres indígenas de México.
En una conferencia de prensa, Sheinbaum dijo que es el escultor Pedro Reyes quien se está haciendo cargo de la escultura de una mujer Olmeca.
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