“Imagínense [Denise Dresser], completamente opositora. Está hasta en Wikileaks, se acuerdan esos cables que se encontraron. Pues ella aparece ahí como informante de la Embajada de Estados Unidos en contra nuestra”, fueron las palabras con las que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se lanzó en contra de la politóloga, Denise Dresser.
Ella, por su parte, respondió a través de su cuenta de Twitter: “Sin pruebas, sin recato, y sin escrúpulos, el presidente @lopezobrador_ [AMLO] me acusó de traición a la patria. [...] Si según su criterio, yo soy ‘espía’ e ‘informante’, él también lo es”.
Además, compartió una columna de opinión publicada en el portal Opinión 51 y agregó “Usaré este espacio construido por mujeres para defenderme de un hombre con mucho más poder que yo”.
Lo cierto es que el 19 de junio del 2006, con destinatario “RUEHC/SECSTATE WASHDC”, es decir, la oficina del Secretario de Estado en Washington D.C., Estados Unidos (EE.UU.), se envió un cable en el que se describen las predicciones elaboradas por la politóloga Denise Dresser en torno al futuro político de México.
En ese entonces estaba por finalizar el sexenio del ex presidente mexicano, Vicente Fox Quesada, y se acercaban las elecciones para el próximo Jefe del Ejecutivo. La disputa se cernía sobre dos personajes se perfilaban para protagonizar el proceso electoral: Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador. Ante esto, el gobierno de los EE.UU. se hizo de asesores políticos para entender la situación política de su país vecino.
“Analista líder optimista acerca del proceso electoral, pesimista acerca del siguiente gobierno” es el título del cable confidencial con el contenido del análisis político realizado por Denise Dresser.
El documento se produjo a partir de un desayuno entre Denise Dresser y la entonces segundo al mando de la embajada estadounidense en México, Leslie A. Basset. Pese a que López Obrador asegura que en ese momento ella actuó “en contra nuestra”, en realidad, la opiniones de Denise Dresser acerca de López Obrador no eran del todo desfavorables.
El subtítulo que recopila las opiniones de Dresser acerca del actual presidente mexicano se llama “AMLO necesitará un curso intensivo sobre política”. El reporte empieza con la apreciación de la politóloga según la cual, para entender a López Obrador, es mejor observar su desempeño al frente de la Ciudad de México, entonces Distrito Federal, y no su campaña política.
Ella describe al mandatario como un pragmático, “incluso si sus políticas tienden a la izquierda”. Lo caracteriza como una persona habilidosa que logró hacerse de amistades con oligarcas mexicanos, como Carlos Slim. Ella incluso agrega que, de ganar las elecciones presidenciales del 2006, el magnate sería el más beneficiado.
Desde ese entonces, Denise Dresser ya predecía las enromes obras de infraestructura -como el llamado Tren Maya- que, en nombre del nacionalismo, el mandatario encargaría a las grandes empresas mexicanas, incluídas las de Carlos Slim.
Además, según ella, AMLO “se proyecta como un gran líder natural, con un sentido de autenticidad que apela a los mexicanos ordinarios”. Ante las preocupaciones de un levantamiento masivo en caso de que ganara Felipe Calderón y López Obrador impugnara la decisión, ella consideraba a AMLO lo suficientemente habilidoso como para impedir demostraciones de violencia extrema durante las protestas.
También predijo que, de ganar, las expectativas de sus seguidores acompañadas de las críticas de sus opositores, le dejarían al presidente un márgen de error muy estrecho, por lo que el inicio del mandato de AMLO iba a tener un discurso conciliador.
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