El AICM y Toluca desmoronarían el proyecto aeroportuario de la 4T

La apuesta de la Cuarta Transformación por sustituir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) que iba a estar en el municipio de Texcoco por un complejo de bases aéreas como el Aeropuerto Internacional de Toluca, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles no está funcionando, de acuerdo con información de El Financiero.

Pablo Casas Lías —abogado experto en el sector aéreo— declaró para El Financiero que el gobierno fue quien insistió en remplazar la base aérea en el municipio de Texcoco por el capitalino, el de Toluca y Santa Lucía.

“No se tiene el control del aeropuerto de Toluca, no se pudo construir la terminal 3 del AICM (...) todo eso sumado, con lo que te pudiera dar Santa Lucía” expresó el abogado sobre las condiciones actuales del complejo aéreo.

De acuerdo con El Financiero, el plan de gobierno para erradicar la alta demanda del AICM consistía en distribuir los 50 millones de pasajeros que atiende este aeropuerto; desde Toluca se va a agregar 10 millones y en Santa Lucía se planea mover 19 millones. En total, el sistema aéreo pensado por la Cuarta Transformación trasladaría a 80 millones de viajeros anuales en los próximos años.

Aunque es necesario decir que este proyecto está lejos de concretarse por los distintos presentes de cada uno de los aeropuertos: en el caso de la base aérea de Toluca, no hay aún vuelos comerciales; en Santa Lucía no hay una viabilidad que de certeza de sus operaciones; y la terminal 3 del AICM fue cancelada.

“Preocupa Toluca, que es parte de la mesa de tres pies, no tiene ningún vuelo comercial, estamos haciendo un aeropuerto nuevo (...) y el otro aeropuerto del sistema no tiene ni un solo vuelo”, lamentó Rogelio Rodríguez —doctor en derecho aéreo y espacial— para El Financiero.

Rogelio Rodríguez comentó que este sistema aéreo no comenzará operaciones cuando este listo Santa Lucía, por lo que no tiene un buen augurio el inicio de operaciones la apuesta de la Cuarta Transformación para aligerar la demanda del AICM.

A través de un comunicado del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quiso informar sobre las razones y factores por los que se tomó la decisión de cancelar el llamado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Una de las razones que se argumentó fue evitar “un desastre ecológico mayor, una severa explosión demográfica en la Zona Oriente del Valle de México, la sobreexplotación de recursos escasos como el agua, el dispendio de enormes recursos públicos y la herencia de altos compromisos financieros a las siguientes administraciones”.

También, se evitó “el desperdicio de la infraestructura aeroportuaria existente y los riesgos del comportamiento de pistas e instalaciones en un terreno inestable y complejo” provocado por la construcción del NAICM.

La cancelación del NAICM, de acuerdo con el propio Gobierno Federal, marca un antecedente para que las decisiones relacionadas al desarrollo de grandes proyectos de infraestructura deben ajustarse a “los requisitos que marca la Ley y a las necesidades, los recursos y los intereses de la Nación”.

Entre los impactos ambientales más marcados se encontrarían las afectaciones al Lago Nabor Carrillo, el cual iba a ver se afectado con la construcción del NAICM ya que “implicaba la eventual desecación del lago y la incorporación de aguas residuales”.

En cuanto al impacto urbano que provocaría un aeropuerto en Texcoco, el Gobierno Federal de López Obrador argumentó que “el nuevo aeropuerto iba a generar un crecimiento urbano acelerado y una sobrepoblación que se estimaba en alrededor de 3 millones de personas en una zona que actualmente sufre por desabasto de agua y sobreexplotación de acuíferos”.

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