Patricio Reyes Landa, “El Pato”, fue puesto a disposición del Ministerio Público por primera vez el 27 de octubre del 2014. Él era uno de los testimonios clave para sostener la “verdad histórica” sobre qué ocurrió con los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Luego de su liberación en el 2018, se confirmó que el presunto integrante del grupo criminal Guerreros Unidos fue aprehendido nuevamente por las autoridades.
Días después de su detención en el 2014, el 7 de noviembre el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, lo presentó ante los medios de comunicación como uno de los responsables de la desaparición y asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sin embargo, el 26 de octubre del 2018, Reyes Landa fue liberado y absuelto de los cargos por delincuencia organizada y secuestro que lo ligaban al caso de los 43 normalistas desaparecidos. La razón de su liberación fue que un juez de distrito concluyó que sus declaraciones auto-inculpatorias fueron hechas bajo tortura.
Sin el testimonio de Reyes Landa, así como de Jonathan Osorio “El Jona” y Agustín García Reyes “El Chereje” -quienes también fueron liberados bajo el mismo argumento-, la versión de los hechos de Murillo Karam quedó debilitada.
Según el ex procurador general de la República, los 43 normalistas fueron asesinados y posteriormente calcinados sus restos en un basurero de Cocula, Guerrero. Ahora se sabe que es probable que el grupo haya sido separado. Algunos de ellos, terminaron en la barranca de La Carnicería, donde se han encontrado los restos de algunos de los normalistas desaparecidos.
Hasta el momento, se han identificado los restos de Alexander Mora, Christian Rodríguez y Jhosivani Guerrero.
Fue Vidulfo Rosales Sierra, abogado y vocero de los padres y madres de los normalistas, quien confirmó al periódico Excélsior de la recaptura de Patricio Reyes Landa. Sin embargo, también declaró no tener conocimiento de si su detención está relacionada nuevamente al caso de los Ayotzinapa.
“Hasta donde tengo entendido, él estaba brindando información, eso es lo que tenemos entendido, aunque no lo puedo corroborar”, fue todo lo que Vidulfo Rosales pudo revelar al respecto de la detención de Reyes Landa.
La historia de detención y tortura de Patricio Reyes Landa se encuentra narrada en el documento “Doble injusticia: Informe sobre violaciones de derechos humanos en la investigación del caso Ayotzinapa” publicado por la Oficina del Alto Comisionado de las Nacines Unidas para los Derechos Humanos.
“[…] me dieron un culatazo en la ceja izquierda, y me reventaron y me siguieron golpeando […] me trasladaron a un lugar pero en todo el camino me iban dando electricidad con un aparato en todo el cuerpo, y preguntándome por las armas […] y de ahí se subieron encima de mí y me daban electricidad en mis huevos […] me trasladaron a otro lugar y me metieron a un cuarto […]”, Patricio Reyes Landa declaró en el 2015 que desde su captura hasta el lapso de tiempo que fue privado de su libertad en un lugar desconocido, fue víctima de tortura física y psicológica.
Para justificar la demora en el traslado de Patricio Reyes Landa, las autoridades alegaron que fue por “el tráfico”. Sin embargo, fue desde el momento de su traslado en un automóvil que no pudo identificar, que la tortura contra Reyes Landa comenzó.
El informe médico de Reyes Landa presentaba lesiones de gravedad que, según el Protocolo de Estambul, pueden coincidir con señales de tortura. Sin embargo, las autoridades primero se justificaron diciendo que las lesiones fueron causadas porque, al momento del arresto, Reyes Landa se encontraba bajo los efectos del alcohol lo que provocó que se cayera. Después alegaron que fue por una caída a bordo de una motocicleta.
El informe concluye que en 34 de las 54 detenciones estudiadas por la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humano (ONU-DH), se cuenta con “fuertes elementos de convicción que indican la comisión de actos de tortura”. Entre esos casos está el de Reyes Landa, cuya detención en el 2014 fue ilegal.
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