El pasado jueves, una reunión causó revuelo en la política mexicana: varios senadores del Partido Acción Nacional (PAN) se reunieron con Santiago Abascal, líder del partido español de ultraderecha, VOX, para firmar la “Carta de Madrid”, la cual explica que detendrá el supuesto avance del comunismo en el continente americano.
En una fotografía publicada en la cuenta de Twitter de este grupo parlamentario, se observa a 21 de sus integrantes, sonrientes, frente a una mesa. No obstante, horas después esta publicación fue eliminada.
Aunque se dijeron orgullosos de su acto, la realidad es que causó una ruptura dentro de la segunda fuerza política más importante en México. Tan grave fue el caso que el propio partido emitió un comunicado para deslindarse de sus militantes.
Desde su cuenta de Twitter, el PAN compartió su posicionamiento para asegurar que siempre han buscado defender al país y las garantías individuales de los ciudadanos, mismas que, a su parecer, están siendo amenazadas por Andrés Manuel López Obrador y Morena.
“Somos un partido político inspirado en el humanismo político y que siempre ha defendido los derechos humanos, el Estado de Derecho, las libertades públicas, la separación de poderes y la democracia representativa. Valores, todos ellos, que hoy están amenazados por un gobierno que aspira a construir un régimen autoritario”, señala el documento oficial.
Posteriormente mencionaron que su principal socio político en España es el Partido Popular, con el cual defiende los mismos principios, por lo que la reunión de los senadores panistas no fue en ningún grado oficial, sino a título personal.
“Acción Nacional defiende esos principios también en el ámbito internacional. En España nuestro socio institucional es el Partido Popular, ambos formamos parte de la Internacional Demócrata de Centro (IDC). La reunión que sostuvieron algunos senadores del PAN con representantes de otro partido fue a título personal, en uso de su libertad”, aseguró.
Debido a esta acción, el partido blanquiazul lamentó las interpretaciones que se dieron entorno a este encuentro, el cual no suscribió ningún acuerdo político entre ambas instituciones, sino un texto “en defensa del Estado de Derecho”.
“Lamentamos las interpretaciones equivocadas que se hayan podido hacer a este evento en donde NO se suscribió ningún acuerdo político, sino un texto donde se manifestaba la disposición individual de trabajar en la defensa del Estado de Derecho, el imperio de la ley, la separación de poderes, la libertad de expresión y la propiedad privada, la defensa de nuestras libertades, democracia, los derechos humanos, el pluralismo, la dignidad humana y la justicia”, afirma el comunicado.
Finalmente indicaron que la democracia requiere del diálogo y la tolerancia con las diferentes posturas para lograr el respeto de las ideas y las costumbres de los demás.
En cuanto se dio a conocer la firma de la Carta de Madrid existió un silencio entre la militancia panista. Al principio nadie defendió esta situación, por lo que la voz en contra comenzó a hacer eco y figuras tan importantes como Xóchitl Gálvez y Gustavo Madero desacreditaron que el panismo aspire a emparejar su agenda ideológica con la del partido español.
Sin embargo, este viernes algunos senadores salieron en defensa del documento. Tal fue el caso de Lilly Téllez, quien, en primera instancia, se deslindó del partido extremista, pero justificó su postura al haber firmado la carta.
“Firmé la carta Madrid porque es un contrapeso al Foro de Sao Paulo. Fue a título personal; no tengo alianza de ningún tipo con Vox. Detesto los extremismos, la homofobia, el antisemitismo, el racismo y el nacionalismo. Defiendo la libertad y la democracia”, escribió en su cuenta de Twitter.
SEGUIR LEYENDO