Yaneth Morales Huizar es una mujer de una sola pieza. Nacida y criada en Zacatecas, la alcaldesa del municipio de Apulco, está dispuesta a morir luchando. No lleva armas pero ha advertido que seguirá combatiendo a la delincuencia organizada.
Hace tres años recibió la llamada que ningún político quiere escuchar. Por teléfono le informaron que supuestos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) habían secuestrado a su esposo. Poco después de tomar protesta como presidenta municipal, un comando armado llegó a sus oficinas. Según detalló, los hombres no sabían quién era por lo que preguntaron por la alcaldesa. Morales había salido aquella mañana y en su lugar se encontraba su esposo.
Lo levantaron, lo metieron a una camioneta. Ahí lo golpearon y amenazaron. La tortura terminó una semana después cuando la alcaldesa prometió que debía abandonar para siempre la lucha contra el narco.
Desde entonces, Morales tiene a la muerte por sombra. Desde su casa gobierna el municipio limítrofe con Jalisco.
Este viernes, el Cártel Jalisco volvió a desafiar a su administración. En la comunidad de Tenayuca, militares que peinaban la zona fueron embocados por presuntos miembros del crimen organizado.
El choque ocurrió en los límites de Zacatecas y Jalisco. Según audios de la policía estatal zacatecana, en la zona se encontraban aproximadamente entre 28 y 30 miembros del Ejército, incluido el teniente. Aunque la policía intentó ayudar a los soldados, no pudo acercarse a la zona debido al clima y a la oscuridad. Hasta el momento no hay información sobre las bajas y los lesionados.
El municipio de Apulco —en la parte sur de Zacatecas— es identificada como una zona de dominio del Cártel Jalisco Nueva Generación. En el sitio, el pasado mes de julio, se registró un retén criminal en la localidad conocida como La Tijera.
Según videos de los hechos, un convoy de sicarios del CJNG trataba de impedir el ingreso de sus rivales del Cártel de Sinaloa. Los hombres que portaban armas largas y equipo táctico obligaban a los conductores a bajar de sus vehículos para realizar una revisión obligatoria.
Dede hace años, Apulco , de 5,00 habitantes, es señalado por las autoridades como una tierra sin ley. En el municipio, los policías se niegan a trabajar por la falta de seguridad.
En Zacatecas, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación libran una guerra sin cuartel que se ha recrudecido en los últimos meses; sin embargo, la violencia llegó mucho antes, cuando en 2015 el Ejército avisó sobre el desplazamiento de células del CJNG en los límites entre Jalisco y Zacatecas. Poco después, en la ciudad de Nochistlán (Zacatecas) se encontró un laboratorio de crystal presuntamente del cártel de las cuatro letras. Desde luego, no tardaron en suscitarse enfrentamientos con gatilleros de los Zetas y el Cártel del Golfo, quienes entonces dominaban la zona.
48 meses después, la organización de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho se impuso y desplazó a los grupos criminales de la región. Según advierten los expertos, estableció un control mediante la cooptación de policías estatales y municipales.
El vacío de autoridades fue aprovechado por el Cártel de Sinaloa, que pretendía frenar el avance del CJNG hacia los límites con Durango (noroeste de México), donde las huestes deIsmael Zambada García, el Mayo y los hijos de Joaquín el Chapo Guzmánmantienen un control absoluto.
Zacatecas es la llave de paso a distintas entidades: San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Nuevo León, Durango, Nayarit y Colima.
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