Este jueves 2 de septiembre, durante el proyecto de salvamento arqueológico llevado a cabo por los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se encontraron vestigios que datan de la época Colonial y los cuales reflejan la resistencia cultural de la población indígena sobreviviente durante el siglo XVI.
Entre ellos, destacaron un taller de lítica y un complejo doméstico. Los descubrimientos fueron encontrados en un predio cerca de la avenida Paseo de la Reforma, frente al Tecpan de Cuauhtémoc, a escasos metros del antiguo Colegio de la Santa Cruz, en la calle Morelos, en los límites con Tepito y la periferia de la Zona Arqueológica de Tlatelolco.
De acuerdo al INAH, los vestigios demuestran que al poco tiempo de consumarse la conquista de los mexicas en Tlatelolco, la población indígena que sobrevivió regresó a las comunidades para continuar con las prácticas religiosas.
En los vestigios cercanos a Paseo de la Reforma, los arqueólogos estimaron que son construcciones entre los años 1525 a 1547. También se descubrieron dos figuras con forma humana de 35 a 40 centímetros de alto, los cuales fueron hallados a las afueras de la estructura construida con muros de tezontle, basalto, adobes y con lajas de piedra.
Ante lo anterior, el director del salvamento arqueológico, José Antonio López, explicó que las figuras son dos personas sentadas. Una de ellas fue hecha en basalto y tiene una parte del cabello pigmentada con tono azul, así como en las mejillas algo de color negro. En tanto, la otra pieza tiene pigmentos negros y rojos en los labios.
En el comunicado oficial que emitió la dependencia, el director explicó que: “cuando estaban ‘vivas’, en el momento prehispánico, posiblemente fueron sepultadas en ese lugar con una advocación, pero con la llegada de los españoles y al no poder los indígenas recuperar sus antiguas deidades, es posible que cambiaran su sentido, como una forma de resistencia religiosa y cultural”.
Además, en colaboración con el Laboratorio de Paleobotánica y Paleoambiente del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, se encontró un posible campo de cultivo de la época prehispánica. Con base en los materiales hallados en dicho lugar, se estableció que posiblemente fueron empleados hasta la época colonial, debido a que se rescataron algunos utensilios hechos de metal.
En la zona norte los especialistas afirmaron que también se halló un posible taller prehispánico. Se llegó a tal conclusión puesto que se descubrió obsidiana gris veteada, dorada y verde. Al finalizar la búsqueda en el taller, la arqueóloga Xantal Rosales García afirmó que la cantidad final de objetos hallados ahí fue de 15,000 piezas terminadas y cerca de 2,000 toneladas de obsidiana.
Por último, el INAH aseveró que alrededor de todo el predio se encontraron 36 tumbas de personas adultas y de niños, seis de ellos estaban en ollas globulares, es decir, urnas manufacturadas por indígenas. Cuatro de ellas fueron asociadas con la etapa colonial, por los materiales utilizados: cerámica vidriada y algunas mayólicas.
La antropóloga Josefina Bautista Martínez, investigadora de la Dirección de Antropología Física (DAF), explicó que aún no puede dar un número exacto de cuántas personas se encuentran enterradas en el predio, ya que algunas fueron sepultadas en conjunto.
Sin embargo, destacó que en la tumba de un infante, éste se halló cubierto con un plato, así como una navaja de obsidiana de 15 centímetros en el cráneo, un fragmento de sílex en la parte cervical y una piedra verde sustituyendo un molar.
SEGUIR LEYENDO: