Con la llegada de la pandemia de COVID-19, los delincuentes vieron en los cubrebocas un gran accesorio para mantener su rostro ocultó, pero también para esconder el motín.

Un claro ejemplo ocurrió este 1 de septiembre en una joyería del Centro Histórico de Puebla. Y es que las cámaras de seguridad captaron un nuevo modus operandi de los ladrones, uno más sutil y sin la necesidad de utilizar armas de fuego.

En el video con duración de un minuto, se observa a una de las trabajadoras de la joyería atender a un joven y mostrarle varias muestras de anillos de oro que extiende en el mostrador.

Sin embargo, mientras la mujer se da la vuelta para continuar con su trabajo, el sujeto aprovecha para tomar cuatro anillos y metérselos a su boca, pero se desconoce si se los tragó o solo los ocultó bajo la lengua. Una vez que la empleada voltea de nuevo, el hombre finge acomodarse el cubrebocas.

Al percatarse de la desaparición, la mujer comienza a buscar los accesorios en el suelo y  dentro de una caja que también se encuentra en el mostrador.

Acto seguido, comienza a enviar mensajes por su celular, mientras el ladrón mantiene la calma y finge no saber en dónde se encuentran los anillos.

Tras unos segundos, el presunto ladrón señala la puerta y se dirige al guardia de seguridad para que lo inspeccione.

El vigilante le revisa varias partes del cuerpo, le pide que vacíe las bolsas del pantalón y la chamarra pero al no encontrar nada lo dejó ir.

Hasta el momento no ha sido identificado ni localizado al delincuente, aunque la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla indicó que ya investigan el caso.

El video se viralizó la tarde de este jueves en redes sociales, donde decenas de usuarios expresaron la creatividad negativa del sujeto y también comentarios con humor.

“Qué bárbaro y no los sanitizó”, “Cuando vaya al baño va a salir puro oro”, “Ahora si que le va a salir el anillo por el anillo”, “Ya llegará al hospital para que lo agarren”, fueran algunas reacciones que se pueden leer en Twitter.

En otras noticias, un hombre, presuntamente en estado de ebriedad, fue detenido por efectivos municipales luego de que comerciantes de la Central de Abasto de Puebla lo descubrieran cargando una cabeza humana entre sus pertenencias.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 23 de agosto, aproximadamente a las 3:00 horas, cuando personal administrativo de la Central de Abasto fue notificado sobre la detención de un masculino, de aproximadamente 25 años de edad, que aparentemente portaba al interior de una mochila verde la cabeza cercenada de una persona.

Según los reportes de la prensa local, los comerciantes se percataron que escurría sangre de la mochila. Aparentemente, los mismos sujetos increparon al individuo, quien se encontraba en visible estado de ebriedad, y lo agredieron físicamente antes de llamar a las autoridades.

El sujeto fue detenido sobre los pasillos de la Nave E por agentes de la Policía Municipal, quienes tomaron conocimiento del reporte desde la zona comercial denominada la Herradura. Trascendió que el hombre llevaba un cuchillo en mano y aparentemente estaba bajo el influjo del alcohol.

Debido a los golpes que recibió por parte de los comerciantes, el detenido tuvo que ser atendido por los paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA), quienes lo estabilizaron.

Personal de la Fiscalía General del Estado llevó a cabo las diligencias correspondientes, mientras que el detenido quedó a disposición del Ministerio Público de flagrancias para que se le finquen responsabilidades

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