Durante la mañana de este miércoles 1º de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseveró que en México se logró “un récord histórico” en remesas, lo cual calificó como parte del trabajo de su administración durante la presentación del Tercer Informe de Gobierno.
“Récord histórico en remesas, récord histórico en inversión extranjera, récord histórico en incremento al salario mínimo, récord histórico en no devaluación del peso, récord histórico en no incremento de deuda, récord histórico en aumento del índice de la Bolsa de Valores, récord histórico en las reservas del Banco de México. Está como para decir a los cuatro vientos, presumir”, expresó en Palacio Nacional.
Además agregó durante las primeras horas del día, el Banco de México (Banxico) informó que por remesas, en julio, se alcanzaron 4,540 millones de dólares en el país.
Sin embargo, tal aseveración le valió críticas y cuestionamientos al mandatario mexicano, especialmente porque él aseguró que una economía “está tan mal” si solo se basa en las remesas. Su opinión la vertió en Twitter durante el año 2016, en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
“Está tan mal la economía que muchas regiones del país solo viven del dinero que envían los migrantes a sus familiares. Benditas remesas”, tuiteó en marzo de aquel año.
¿López Obrador debería o no de celebrar el récord de remesas?
De acuerdo a Banxico, las remesas son el envío de dinero de aquellas personas que radican en otra nación a su país de origen. En la mayoría de los casos, los depósitos se realizan en efectivo y se envían a parientes cercanos con el objetivo de ayudar en el día a día.
Y es que es una realidad que existe un impacto positivo de las remesas, puesto que sirven para solventar los gastos de la familia. También ayudan a generar ingresos a la macro economía del país, debido a que se incrementa la capacidad de compra, se mejoran las condiciones de acceso a bienes de consumo, comercio e interviene en la generación de empleos.
Sin embargo, no todo es tan idílico. Con base en el texto Remesas y desarrollo. Las dos caras de la moneda, del académico Jorge Durand, este tipo de intercambio monetario crea desigualdad, genera inflación en la economía local, forja una dependencia económica y reproduce el sistema migratorio.
Es decir, las remesas aumentan porque los salarios en México no alcanzan en su totalidad para cubrir todas las necesidades económicas, razón por la cual las personas que migran deciden apoyar a sus familiares que se quedaron en el país de origen.
“El problema radica en la valoración y el peso que le dan a este impacto económico indiscutible de las remesas. […] La inflación que se da en algunos pueblos de migrantes afecta a algunos que ya no pueden comprar casas o terrenos, pero también afecta a los nuevos migrantes que tienen que comprar casas o terrenos”, apuntó el investigador de la Universidad de Guadalajara.
Pese a que México actualmente mantiene una taza de 0% de connacionales en los Estados Unidos (en otras palabras, igual número de personas yendo a la nación vecina que regresando), el aumento en la recepción de las remesas genera la impresión de que en otro lugar se vive mejor, razón que incentiva la migración y la fuga de cerebros.
Concluyendo, muchos economistas consideran a las remesas como una doble cara de la moneda, puesto que tienen impactos tanto positivos como negativos en la economía del país.
Sin embargo, piden prever los efectos de la inflación, pues que una nación se vuelva dependiente a las remesas, generará al largo plazo un fuerte desequilibrio entre la producción y la demanda, lo cual generará mayor desigualdad social.
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