Álvaro Cuauhtémoc Serrano Escobedo, ex mando de la extinta Policía Federal, así como 40 ex integrantes de la dependencia tienen orden de arresto y son buscados por la Fiscalía General de la República (FGR) por su presunta participación en la masacre de Tanhuato, Michoacán, donde fueron abatidos 42 supuestos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo con reportes locales, agentes de la FGR acudieron este 31 de agosto a las instalaciones de la Agencia Estatal de Investigación de la Fiscalía de Chihuahua, pues Serrano Escobedo es actual titular de esa área en la entidad. Los elementos federales buscaban cumplimentar una orden aprehensión en contra del funcionario, pero éste no fue localizado y se presume que huyó.
Las versiones preliminares han indicado que Serrano Escobedo salió de Ciudad Juárez por la madrugada y no responde en sus teléfonos celulares.
Presuntamente, el mandamiento judicial deriva del enfrentamiento en que participaron integrantes de la entonces Policía Federal, quienes irrumpieron en el rancho el Sol, en Tanhuato, el 22 de mayo de 2015. En ese lugar, los agentes habrían ejecutado de forma arbitraria al menos a 22 civiles mediante el uso excesivo de la fuerza y supuestamente alteraron la escena.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) investigó el caso y presentó la recomendación 4VG /2016 en su momento, pero ahora se ha informado que la FGR va por quienes cometieron abusos en aquellos hechos que calificaron como enfrentamiento, porque al menos un policía murió del total de 43 cadáveres que resultaron del evento de violencia.
Consultada al respecto, la FGR no ofreció una respuesta oportuna a este medio.
Álvaro Serrano asumió en la AEI de Chihuahua en octubre de 2020. Previamente se había desempeñado como general operativo del Comisionado Estatal de Seguridad. Llegó a Chihuahua en 2016, donde se incorporó a la administración estatal. Según informes de la Fiscalía de Chihuahua, este supuesto prófugo de la justicia fue reconocido por el Director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), por su profesionalismo, labor y cooperación con la institución del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Es licenciado en Derecho, Piloto Aviador y obtuvo una Maestría en Criminalística, Criminología e Investigación Criminal. Inició su carrera policial en el año de 1998 y ha ocupado cargos importantes en varios estados de la república. También recibió talleres especializados, cursos, capacitaciones en el país y el extranjero relacionadas a temas del Sistema de Justicia Penal, Investigación Criminal, Detección de Drogas, Inteligencia, Detención, Políticas de Seguridad Nacional, entre otros.
La masacre de Tanhuato
Todo comenzó el 21 de mayo de 2015 cuando la administradora del rancho denunció que el 17 de ese mismo mes un grupo armado de entre 25 y 30 sujetos habían roto el candado de acceso e ingresaron al inmueble.
Esto derivó en que el ministerio público requiriera a elementos del Operativo Jalisco de la Policía Federal para la investigación de los hechos.
Entre las 6:20 y las 7:30 horas del 22 de mayo, sobre la carretera Nogales-México, en el tramo Guadalajara-Ecuandureo kilómetro 371, elementos de la Policía Federal realizaban actividades de patrullaje cuando civiles armados les dispararon a bordo de una camioneta Toyota blanca.
Los elementos repelieron el fuego y comenzó una persecución que terminó hasta el rancho El Sol, donde una camioneta blanca se impactó contra un árbol, lo que dio inicio a la balacera en el rancho.
Cuando comenzó, la mayoría de los supuestos criminales aún estaban dormidos luego de una fiesta, esto, según exámenes toxicológicos practicados a los cadáveres y al hecho de que 17 de ellos murieron descalzos, incluso uno de ellos apenas portaban ropa interior.
El rancho El Sol se convirtió en un campo de batalla, en donde se encontraron más de 6,600 casquillos percutidos y un lanzacohetes quedó sin detonar.
En un inicio llegaron al lugar 41 elementos de la policía federal, pero luego de que un agente muriera y otro fuera herido, mandos policiacos solicitaron refuerzos, por lo que llegaron otros 54 agentes de la policía federal y un helicóptero artillado. La balacera duró al menos dos horas.
En una parcela quedaron muertos dos presuntos sicarios, en el camino principal que lleva a las instalaciones del rancho quedaron otros 16 y dentro de la casa, un almacén y los patios otros 24 cadáveres.
Debido a la manera en que se encontraron los cuerpos y los exámenes de balística, 15 de los muertos tenían a sus atacantes de frente, sin que se pueda saber las circunstancias de cómo murieron.
Según concluyó la CNDH, 13 de los muertos estaban de espaldas a sus victimarios, en una posición de vulnerabilidad. De estos, ocho fueron asesinados mientras cruzaban una parcela, como si intentaran huir. Varios de ellos presentaron disparos en la cabeza.
Otros 5 fueron ejecutados con balas que fueron en trayectoria descendente, presuntamente ultimados por las balas del helicóptero artillado. Uno más fue quemado mientras aún estaba con vida. Otro presentaba lesiones propias de un atropellamiento.
Dentro de la casa dos más fueron ejecutados mientras estaban en cuclillas y a otro le dispararon en la cabeza y la pierna. Otros dos murieron mientras se escondían detrás de una palmera.
Uno más, que estaba escondido en una bodega, murió calcinado, luego de que el artillero del helicóptero disparó hacia la estructura 4 mil proyectiles, lo que inició un incendio.
La procuraduría de justicia del estado de Michoacán tardó más de cuatro horas en llegar al rancho tiempo en que, según la CNDH, los elementos de la Policía Federal utilizaron para manipular la escena del enfrentamiento y sembrar armas en 16 cadáveres y mover de su lugar a siete víctimas.
También ese tiempo fue utilizado por los agentes para torturar a los tres detenidos, a quienes obligaron a presenciar la ejecución de los tres sicarios dentro de la casa.
El gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto defendió la versión oficial de que se trató de un enfrentamiento en el que la Policía Federal resultó ser a tal grado superior en armamento y letalidad que logró un saldo a su favor de 42 contra 1.
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