Durante su Tercer Informe de Gobierno el presidente Andrés Manuel López Obrador no desaprovechó la oportunidad de mandar varios mensajes a sus adversarios, al denominarlos “tecnócratas neoliberales”.
Desde el inicio de su discurso dijo que su administración ha terminado con la “farsa neoliberal” y señaló que la transformación es irreversible.
“La transformación está en marcha y aunque es necesario poner al descubierto la gran farsa neoliberal y auspiciando el cambio de mentalidad del pueblo porque eso es lo más cercano a lo esencial y a lo irreversible. También estamos desterrando vicios y prácticas deshonestas en el el gobierno,Una medida decisiva fue parar en seco la tendencia privatizadora; se dejó de entregar concesiones a particulares en minas, agua, hospitales, puertos, vías férreas, playas, reclusorios y obras públicas. Pero, lo más importante, hemos detenido las privatizaciones en el sector energético: en petróleo y electricidad.”
Hizo un recuento de sus logros al tiempo que sonrió y les mandó un mensaje a sus detractores.
“Récord histórico en remesas, récord histórico en inversión extranjera, récord histórico en incremento al salario mínimo, récord histórico en no evaluación del peso, récord histórico en no incremento de deuda, récord histórico en aumento en el índice de la bolsa de valores, récord histórico en las reservas del banco de México, es como para decirlo a los cuatro vientos, para presumir, es como para decir tengan para para que aprendan”, dijo al hacer una recapitulación de sus logros en estos tres años.
“En vez de conseguir líneas de crédito para endeudar al país, como era la práctica neoliberal durante los periodos de crisis, nosotros optamos por intensificar el combate a la corrupción. Desde el primer año de gobierno logramos, entre otras medidas, eliminar la condonación de impuestos a grandes contribuyentes beneficiarios del influyentismo y se estableció en la Constitución la tipificación de la corrupción como delito grave (pues no lo era), sin conceder al inculpado la posibilidad de obtener libertad bajo fianza”, expresó el primer mandatario.
“Ahora estamos mejorando nuestra recaudación de impuestos, procurando cobrar a grandes corporaciones nacionales y extranjeras que se las ingeniaban para no pagar sus contribuciones –lo que es lo mismo: para delinquir– y gozar de impunidad”, añadió respecto a los impuestos.
Sin embargo, el presidente señaló que en su gobierno no se persigue a opositores ni se presiona a periodistas y medios de comunicación.
El evento tuvo lugar en el recinto Juárez, en Palacio Nacional. El aforo del evento estuvo restringido a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller; miembros de su gabinete y alguno que otro invitado especial, por ejemplo, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, resaltó la presencia de Julio Scherer Ibarra, consejero de la Presidencia quien habría presentado su renuncia la tarde del martes 31 de agosto.
El mandatario dedicó una gran parte de su informe a resaltar los logros en materia económica y la defensa que ha hecho su administración de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Fue en ese marco que dio a conocer que durante este mes de septiembre enviará al Congreso de la Unión una reforma del sector eléctrico del país.
“Este mes voy a enviar al Congreso una iniciativa de reforma constitucional que permitirá reparar el enorme daño que causó la privatización”, aseguró.
Destacó que la inversión que su gobierno está realizando a las refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex) en poco menos de tres años asciende a los 33,500 millones de pesos y aseveró que el próximo año entrará en operaciones la refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, que será capaz de producir 340 mil barriles diarios.
Además, prometió que también se producirán alrededor de 70 mil barriles diarios en la refinería de Tula, Hidalgo, para julio de 2022.
El Jefe del Ejecutivo federal recordó que su política energética tiene como objetivo solo producir en el país los combustibles para satisfacer la demanda interna y con ello garantizar que las futuras generaciones también puedan beneficiarse de la riqueza en hidrocarburos.
El mandatario federal dijo que gracias a las políticas implementadas por su gobierno, la economía no se derrumbó a pesar de la pandemia del COVID-19 y aseveró que los pronósticos coinciden en que México crecerá 6% a finales de este año.
“Casi todos los pronósticos para este año coinciden que la economía crecerá en un 6%. El sector turístico y restaurantero se está recuperando. Además, el peso no se está devaluando, cosa que no había ocurrido en décadas”, dijo.
López Obrador reconoció que “la inflación, aunque recientemente aumentó, ya se mantiene estable”, al tiempo que resaltó el envío de las remesas que realizan los paisanos que se encuentran en el extranjero, principalmente los que viven en Estados Unidos, alcanzaron los 4,540 millones de dólares.
Gracias a ello, dijo, se garantiza que las familias más pobres de México accedan a recursos por 7,600 pesos mensuales, toda vez que se han girado alrededor de 10 millones de envíos de divisas con alrededor de 380 dólares.
Al hablar sobre la implementación de su política de austeridad, la cancelación de fideicomisos, de contratos leoninos y fondos que se manejaban de manera discrecional, López Obrador aseguró que su gobierno ha ahorrado 1 billón 400 mil millones de pesos en compras y contratos, lo que ha derivado en “beneficio del pueblo”.
“Reduciendo al mínimo el robo de combustible, el llamado huachicol, y disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal y otras prácticas dañinas que proliferaban en la hacienda pública en el antiguo régimen”, dijo.
“Con esta fórmula de combatir la corrupción y gobernar sin lujo ni frivolidad, hemos podido cumplir los compromisos de endeudar al país, no aumentar impuestos, no subir los precios de los combustibles… Y lo más importante, esta nueva política económica fincada en la moralidad nos ha permitido financiar programas sociales para el beneficio de nuestro pueblo”, destacó.
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