El Covid-19 ha acrecentado las desigualdades en la carga de trabajo doméstico y de cuidados, que recae mayoritariamente en mujeres y niñas ya que se ha demostrado que dedican tres veces tiempo a este tipo de trabajo no remunerado y que tiene una implicación directa en la vulnerabilidad de su economía, dijo en entrevista para Infobae México, Nadine Gasman Zylbermann, Presidenta de Inmujeres.
“Incluso antes de la pandemia, ellas pasaban tres veces más tiempo que los hombres realizando estas labores, subsidiando así a toda la economía. El tema de los cuidados esta parte invisible de la vida porque son poco reconocidos y apreciados, donde parece que las cosas se hacen solas y que siempre han recaído en los hombros de las mujeres y son parte de la desigualdades de género”, explicó la doctora en Salud Pública por la Universidad de Johns Hopkins.
El tema ha estado en la agenda feminista desde hace 30 años y ha ido evolucionando desde hablarlo para reconocer su existencia hasta medirlo a través de encuestas del uso del tiempo en donde América Latina y México han sido pioneros, que han demostrado que estas labores tienen un impacto en la incapacidad de incorporación en el mercado formal de trabajo, además de que “sigue existiendo la idea de que los hombres son los que salen a la calle, los que trabajan, los proveedores que traen recursos”.
Lo que el COVID-19 nos enseñó para bien y para mal
“Lo que el COVID ha hecho, desde mi punto de vista, es por un lado, hacer a la sociedad consciente de lo que significa quedarnos en casa, hasta los señores que no veían cómo se lava, se plancha, se limpia, se hace la comida, se dieron cuenta que había una gran carga de trabajo que hacían las mujeres, en las clases medias, ayudadas por otras mujeres lo que les permite ir a trabajar”, consideró Gasman, quien es maestra en Salud Pública por la Universidad de Harvard.
Además puntualizó que se ha generado mayor estrés en las mujeres por la sobrecarga de trabajo estar en casa, “porque además se han vuelto maestras y enfermeras, este momento ha sido muy importante para visibilizar el tema que ha estado desde hace muchas décadas en la agenda feminista y nos ha permitido acelerar esta discusión en los derechos económicos de las mujeres y para que tengan acceso a bienes y servicios”.
A un año de la pandemia las mujeres apenas se van incorporando gradualmente al mercado de trabajo más lento que los hombres porque niños y niñas se quedaron en casa el lugar de la escuela y alguien se tiene que quedar con ellos y esa carga generalmente recae en las mujeres.
En julio en el Foro Generación Igualdad de París y durante el Panel de Alto Nivel “WEE Care: Construyendo una economía con igualdad de género”, el Gobierno de México y ONU Mujeres lanzaron la Alianza Global por los Cuidados e hicieron un llamado a países y actores estratégicos de todo el mundo a formar parte de ella.
El objetivo de la Alianza es asumir y promover compromisos, acciones concretas, financiación y colaboración alrededor de los cuidados, con el propósito de reducir las desigualdades y promover una cultura de transformación garantizando el reconocimiento, reducción y redistribución de los cuidados entre todos los actores corresponsables, así como la representación y remuneración de las personas proveedoras de cuidados.
“México tiene el liderazgo de la alianza en coalición para la acción propuso, junto con ONU Mujeres, crear una Alianza Mundial de Cuidados haciendo un llamado urgente al mundo a realmente valorar, redistribuir, remunerar este trabajo y eso es lo que presentamos al final del Foro Generación de Igualdad en México como el compromiso nacional y que ratificamos y lanzamos en París”, manifestó la titular de Inmujeres.
Esperanza de cambio con el nuevo Sistema Nacional de Cuidados
Las buenas noticias para México es que los diversos sectores de gobierno han tenido una recepción positiva y productiva en involucrarse en este tema.
“Desde el punto de vista legislativo esta legislatura de la paridad ha mostrado la importancia de tener equidad porque ha sido un tema que las diputadas y diputados reformaron la Constitución, que es algo muy importante, que no muchos países han logrado el derecho a los cuidados y al tiempo propio, esta modificación está en proceso de ratificación en el Senado y habla de la creación de Sistema Nacional de Cuidados, que desde Inmujeres hemos estado trabajando desde la llegada de la administración del presidente López Obrador”, abundó gasman, quien además es médica cirujana por la Universidad La Salle y la Universidad Nacional Autónoma de México.
El marco se está poniendo al más alto nivel, una vez que se apruebe en el Senado se va a trabajar en una ley del Sistema Nacional de Cuidados que están discutiendo con las legisladoras “y al mismo tiempo en el ejecutivo estamos trabajando en la articulación de estos servicios, hemos desarrollado estudios para ver los costos y retornos con un gran compromiso de la administración pública federal desde los colegas de la Secretaría de Hacienda, Economía, Bienestar, que este sistema que vaya a la universalidad, un sistema progresivo de integralidad de los derechos promoviendo la corresponsabilidad de las familias, del estado y el sector privado”.
Una de las principales metas que se establecieron con miras al 2026 es establecer una economía del cuidado (mediante inversiones públicas y privadas y reformas legislativas y de política pública) que distribuya de manera equitativa y valorice estas labores.
En este sentido, algunas de las acciones propuestas por la “Alianza por un Sistema de Cuidados que alivie a las mujeres” fueron:
- Llamar al trabajo colaborativo y co-responsable entre Estado, familias, comunidades y empresas para aumentar los servicios de cuidados;
- Asegurarse de que las políticas públicas concilien la vida laboral con la personal y familiar;
- Lanzar una campaña de sensibilización que cambie la idea de que los cuidados corresponden solo a las mujeres;
- Invertir en infraestructura social y física, para que los servicios atiendan las diversas necesidades en igualdad de condiciones;
- Promover la generación de datos y evidencia de los servicios de cuidado para su seguimiento y evaluación;
- Crear Bancos Globales de Buenas Prácticas para unificarlas y avanzar más rápido;
- Convocar a los países de América Latina y de todo el mundo a sumarse a esta Alianza.
“Con estas acciones, queremos romper con el estereotipo de que los cuidados son solo responsabilidad de las mujeres. Entre todos, debemos aligerar esa carga que recae desproporcionadamente en ellas. Ninguna mujer, sin importar su clase social, estado civil, origen étnico, edad o lugar de residencia debe quedar fuera de esta política”, señaló Gasman.
Hasta el momento, han confirmado interés en ser parte de esta iniciativa global: nueve países, 10 organizaciones filantrópicas y del sector privado, 15 organizaciones de la sociedad civil y seis organismos internacionales.
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