Al menos el 50% del agua de las rellenadoras contiene la bacteria E-Coli, informó un estudio del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que advierte sobre enfermedades gastrointestinales.
De acuerdo con una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dicha bacteria se vincula a diarrea secretora y persistente, que puede encauzar cuadros de colitis hemorrágica o Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).
El documento explica que el SUH es una alteración que se presenta posterior a la infección por una cepa de STEC (Shiga Toxin Escherichia Coli), productora de toxinas con capacidad para romper eritrocitos (hemólisis) y producir daño renal severo.
Según la Universidad mexicana, los síntomas incluyen disminución en la frecuencia del deseo de orinar y del volumen; sensación de cansancio intenso; disminución del color de las mejillas y de la conjuntiva de los párpados. Comienzan entre el quinto y séptimo día después de la aparición de diarrea o diarrea con sangre, que desaparece una vez que se establecen las señales de SUH.
En México los casos graves en adultos son mínimos, no obstante, en niños y niñas menores de 5 años, la ingesta de agua contaminada ocasiona cerca de 95,000 muertes al año.
Por lo anterior, el presidente de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación AC, Agua en México, Francisco Bustamante Ruisanchez, exhortó a las y los mexicanos a consumir agua que cumpla con las normas de sanidad, a fin de evitar enfermedades que los afecten a ellos y su familia.
Señaló que en la última década han proliferado negocios que rellenan garrafones, sin embargo, su calidad es dudosa porque en la mayoría de las ocasiones no le dan el tratamiento adecuado al agua.
“En estos negocios de rellenado, que son los más baratos, nos encontramos que la gran mayoría no cumple con estándares de calidad, es decir, la tiene problemas en cuanto a la calidad de sus envases, en cuanto al proceso de purificación, al manejo del agua, en el llenado del envasado y de la transportación de los mismos a los domicilios.”, indicó.
De tal modo, en la mitad de las ocasiones, investigadores han encontrado materias fecales en el agua que comercializan como purificada.
En ese sentido, Bustamante Ruisanchez invitó a las personas, sin importar la entidad donde residan, a comprobar que el agua que utilizan en casa cumple con las normas y buenas prácticas de tratamiento, así como descartar el uso de filtros locales, ya que no eliminan todas las bacterias dañinas e incluso pueden agregar químicos al líquido.
“Nos olvidamos que para consumir el agua es necesario que esté realmente purificada, realmente limpia y que tenga el balance necesario para hidratarnos y para que todos los alimentos y todas las cosas que preparemos estén en buen equilibrio”.
Recomendó a los consumidores que verifiquen directamente en los negocios de rellenadoras si cuentan con el permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y que cumplan con normas de sanitización, uso de cubrebocas y cofias; en caso contrario reclamar y buscar otras opciones para consumo de agua.
Señaló que al mal manejo del líquido se suma “el guachicol de envases”, que consiste en que los establecimientos ocupan garrafones de otras marcas, y usan un proceso de lavado que puede deteriorar el envase y contaminar el producto, generando riesgos en la salud de las familias mexicanas.
“También hay que tener en cuenta que al no tener una buena hidratación no tenemos el nivel óptimo. Hay pérdida de memoria, podemos tener falta de atención, taquicardias; nuestro organismo no funciona si no estamos bien hidratados, entonces es muy importante buscar agua que nos hidrate correctamente”, agregó Bustamante.
Es de señalar que el problema del agua contaminada ocurre a nivel nacional, sin embargo, “en cada consumidor está la responsabilidad de ver que el agua es de calidad. El de consumir el agua de calidad necesaria para hidratarnos, y también está en nosotros que todos estos negocios contribuyan a la sustentabilidad del país, a la calidad, y que no sean parte del problema. En cada uno de nosotros está poner primero nuestra salud y la de nuestra familia antes que buscar productos más baratos que no cumplan con las calidades necesarias para hidratarnos y para nuestra salud”.
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