El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), habilitó un modelo 100% incluyente de áreas recreativas en el Bosque San Juan de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero, cuyo propósito es crear conciencia, derribar barreras, fomentar las relaciones sociales entre personas con y sin discapacidad.
Así lo informó el Gobierno capitalino a través de un comunicado oficial, donde resalta que este nuevo espacio, único en su tipo en parques y bosques de la capital, cuenta con tres módulos de juegos, tres módulos de sube y bajas para silla de ruedas; cinco piezas de columpios para mamá-bebé, sillas de ruedas y clásicos; así como dos ruedas giratorias.
Ubicado frente al parque Canino, la nueva área del bosque también cuenta con un carrusel incluyente, el columpio de arco inclusivo, el columpio incluyente oscilatorio, el volantín incluyente y el columpio Infantil Incluyente.
Con la finalidad de salvaguardar la integridad de las niñas y niños con capacidades diferentes, en un área de 650 metros cuadrados se colocó un piso amortiguante hecho de caucho, en el cual se pintó un mosaico de colores.
Además, en la zona de estar se utilizaron 400 metros cuadrados de concreto ecológico, se colocaron ocho bancas, cuatro bolardos, se construyeron rampas de acceso y 48 metros cuadrados de guarniciones.
“Este nuevo espacio es un área de juegos verdaderamente inclusivos, que aborda las necesidades de desarrollo de las y los niños al proporcionar intencionalmente oportunidades para el desarrollo de habilidades físicas, cognitivas, comunicativas, socioemocionales y desarrollo sensorial”, se lee en el boletín.
Cabe destacar que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la Ciudad de México residen 122,176 niños de 0 a 14 años con alguna limitación o discapacidad, por lo que la implementación de espacios incluyentes es una respuesta a la necesidad que tiene la población con discapacidad.
Playa para aves migratorias
En el mismo bosque, la Sedema y la Sobse crearon una playa de aves con la finalidad de proporcionar un espacio adecuado para la reproducción y cuidado de las aves residentes, endémicas y migratorias que llegan a este pulmón localizado al nororiente de la ciudad.
La playa se ubica a lo largo de 1,100 metros cuadrados y da continuidad al agua que proviene del recién creado humedal de caracol, la cual se mezcla con el lago. Cabe recordar que el humedal de caracol mejora la calidad del agua y la vierte en el lago mayor; se creó para dar tratamiento a las aguas residuales o contaminadas, reducir riesgos de inundación al servir como vaso colector o regulador, mejorar la calidad del aire y albergar a fauna nativa y migratoria.
El diseño de la playa de aves asemeja a un río que desemboca en el mar; es una creación del ingeniero Juan Ansberto, quien ha ganado diversos reconocimientos por el diseño de estructuras que simulan sistemas naturales ambientales.
Hasta el momento, en la playa se tienen tres registros de anidación de aves, de las especies monjita, pato tepalcate y garza. Actualmente, 50 especies de aves acuáticas visitan la playa, el lago y el sistema de humedales del Bosque de San Juan de Aragón. En contraste con el año 2009 cuando había 23 aves acuáticas registradas y en 2013 cuando había 37 especies.
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