Su existencia salió a relucir en medio de la ola de violencia que azotaba en Tijuana.
Eran los años noventa, cuando una familia —de seis hermanos, tres mujeres y una madre— buscó dominar buena parte del narcotráfico en México, lo que desató una lucha territorial con otro de los clanes más peligrosas del país: el Cártel de Sinaloa.
La organización criminal de los Arellano Félix llenó durante varias décadas de balas y muertes a la ciudad fronteriza de Baja California. Sus líderes han sido detenidos en diferentes momentos en suelo mexicano. Ramón Arellano, el más violento del clan, murió en 2002. Se le señaló como responsable de la masacre de 12 miembros de una familia de Ensenada, Baja California.
Tras el asesinato de Ramón, el resto de los hermanos se sucedieron para conservar el mando de la organización criminal. Bejamín —que junto con Ramón fue uno de los principales cabecillas— fue capturado en marzo del 2002; Francisco Javier fue arrestado en 2006 en Estados Unidos. Eduardo, quien el pasado lunes fue deportado de Estados Unidos a México, fue detenido en 2008. A Francisco Rafael lo ejecutó un sicario vestido de payaso en una fiesta en Los Cabos en octubre de 2013.
Diversos informes de inteligencia advierten que ahora el poder de la organización está en manos de Enedina, una de las hermanas del clan, y de sus sobrinos.
Los expertos advierten que actualmente la organización es sólo un cascarón de lo que un día fue; sin embargo, siguen operando, principalmente en la entidad de Baja California.
¿Por qué continúan gozando de impunidad? La familia Arellano Félix ha amasado miles de millones de dólares a través de actividades en las que han participado durante 35 años. De acuerdo con investigaciones del semanario Zeta Tijuana, varios integrantes del clan han participado activamente en la compra de inmuebles, pese a no tener actividades productivas en el país. Incluso, la madre de los Arellano Félix, Alicia Isabel Félix, ha peleado judicialmente por la recuperación de los bienes asegurados a sus hijos.
El poder que actualmente sigue conservando el cártel de los Arellano hace suponer que ninguno del linaje ha sido investigado por lo que ganan y lo que gastan, mucho menos por lo que poseen.
En el norte de México, los Arellano Félix implementaron medidas violentas en su lucha territorial. Según la Fiscalía General de la República (FGR) trajeron gente de Israel para entrenar a sus sicarios.
La periodista Laura Sánchez Ley advierte que fue esta familia quien enseñó a Santiago Meza, alias el Pozolero a disolver los cuerpos en ácido. Meza declaró que los hermanos le pedían que moviera sosa cáustica en agua para que los cuerpos se disolvieran.
Eduardo Félix Arellano, el más joven de los hermanos, fue liberado la semana pasada de una cárcel de Estados Unidos. El lunes, la Fiscalía General de la República dio a conocer la deportación del capo a México, donde enfrenta cargos por delincuencia organizada.
SEGUIR LEYENDO: