Asilo o exilio: cuáles son las opciones de Ricardo Anaya ante la “persecución política” de AMLO

En un video publicado a través de sus redes sociales, el ex candidato presidencial de México Ricardo Anaya, dice que se “exiliará” de México en calidad de perseguido político, luego de ser citado a declarar ante la Fiscalía por su posible participación en un entramado de sobornos y corrupción conocido como el caso Odebrecht. ¿Qué opciones tendrá el político mexicano si decide salir del país? ¿Exilio, refugio o asilo político?

La Fiscalía General de la República (FGR) consideró que ya era momento de que Ricardo Anaya se presente a comparecer por las investigaciones que hay en su contra por su probable participación en los sobornos a legisladores para aprobar la Reforma Energética, propuesta por el ex presidente Enrique Peña Nieto durante su administración

Aunque Ricardo Anaya no ha dado más explicaciones acerca de sus planes de salir del país, ya se ha autodenominado como un “exiliado” y víctima de persecución política. Sin embargo, en caso de que quiera solicitar protección al gobierno de algún otro país, tendrá que decidir si lo hará bajo la figura de asilo o refugio.

Y es que resulta que tanto exilio, como asilo y refugio, son conceptos diferentes.

Empezando por el exilio, este término se ha utilizado comúnmente para describir la huida de personas desde sus países de origen debido a contextos de violencia o represión. Por ejemplo, se habla del exilio político latinoamericano para describir un momento histórico que comenzó con el golpe de estado en Guatemala de 1954. A partir de ese momento, la instauración de dictaduras en varios países de Sudamérica y Centroamérica obligaron a miles de personas y familias a salir de sus países de origen debido a las condiciones de violencia y represión que vivían en sus países natales.

El concepto de exilio es muy amplio: también hay personas que toman la decisión de autoexiliarse debido a su identidad de género u orientación sexual. Norma Mogrovejo, investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y activista por los derechos de la comunidad LGBT+ y las disidencias sexuales originaria de Perú, llama a esto “migración por opción sexual”, una especie de autoexilio.

Los Estados no reconocen el “exilio” como una figura legal para ofrecer protección a una persona que sale de su país para salvaguardar su libertad, su integridad física o su vida. Según la Opinión Consultiva OC-25/18 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de la figura de asilo se desprenden el “asilo territorial”, el “asilo diplomático” y el “refugio”.

En general, el asilo es “la protección que un Estado ofrece a personas que no son sus nacionales cuando su vida, integridad personal, seguridad o libertad se encuentran o podrían encontrarse en peligro, con motivo de persecución por delitos políticos”. Se vuelve asilo territorial cuando la persona que busca protección lo hace en suelo extranjero, y asilo diplomático cuando esto ocurre en “legaciones, navíos de guerra, aeronaves militares y campamentos”.

Finalmente, está el término refugiado, aplicable también a aquellas personas que han huido de sus países de origen porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada [...] los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias”. Este es el argumento que han presentado, por ejemplo, miles de migrantes que llegan a los Estados Unidos por la situación de violencia que se vive en los países centroamericanos. También se está presentando el fenómeno de los refugiados que salen de sus países por los efectos de la crisis climática mundial.

Para salir del país, Ricardo Anaya podría solicitar el asilo territorial en otro país, argumentando persecución política por parte del Estado Mexicano. Aunque han surgido especulaciones de que el panista actualmente ya está fuera del país, esto no ha sido comprobado.

Las investigaciones de la FGR se basan, en buena medida, en el testimonio ofrecido por Emilio Lozoya, quien fue director general de Petróleos Mexicanos durante la administración de Enrique Peña Nieto.

Una de las declaraciones de Lozoya implica a Ricardo Anaya en el esquema de sobornos de la trasnacional Odebrecht. El testimonio fue respaldado por Norberto Gallardo Vargas, quien se encargaba de la seguridad de Lozoya. Gallardo Vargas declaró ante el Ministerio Público que en el 2014 entregó un maletín con aproximadamente 7 mil millones de pesos al entonces diputado Ricardo Anaya. La entrega fue por medio de Osiris Hernández, el “enlace” de Anaya.

El dinero supuestamente formaba parte de los sobornos a los legisladores del Congreso de la Unión para que aprobaran la Reforma Energética propuesta por Enrique Peña Nieto. El dinero fue presuntamente proporcionado por la empresa Odebrecht, que se vería beneficiada luego de la aprobación de la reforma, resultado de un presunto trato con el ex presidente mexicano y su secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.

Todo este complejo entramado ha ocupado a la Fiscalía General de la República desde la captura de Emilio Lozoya en el 2020. Resultado de estas investigaciones, Ricardo Anaya fue citado a declarar en el Reclusorio Norte por la FGR. Sin embargo, él se niega a presentarse. Según el panista, todo el asunto se trata de un intento por frustrar sus ambiciones para las elecciones presidenciales del 2024, para las que busca ser candidato.

SEGUIR LEYENDO: