La imagen la han visto todos. Miguel Ángel Félix Gallardo protagoniza un operativo contra un famoso sembrador de marihuana. Está manejando una patrulla con el habitual traje de policía: pantalón y camisa color caqui. Varios vehículos oficiales lo escoltan. Pese al cerco contra el sembrador Rafael Caro Quintero, éste logra escapar. Así comienza el primer episodio de la serie Narcos producida por Netflix.
La producción explora la época del nacimiento del narcotráfico en México, y el asenso y caída de Félix Gallardo, también conocido como el Jefe de Jefes.
Este narcotraficante, de 77 años, preso en el penal de Puente Grande en Jalisco, llegó a ser el criminal más buscado de los gobiernos de México y Estados Unidos. Su imagen empresarial, su presencia constante en los grandes festejos a los que acudían políticos, terminaron en el dudoso cielo de las narcoleyendas. Al Jefe de jefes le dedicaron corridos y sirvió de inspiración a varios escritores que llevaron su vida a la pantalla y, que según Félix Gallardo, están plagados de detalles fetichistas. “Nunca fui el gran narco, ni un matón”, asegura en una reciente entrevista para Telemundo.
El Jefe de jefes
Miguel Ángel Félix Gallardo, el Jefe de Jefes, primer líder del narcotráfico en México, se presenta asimismo como a una víctima. Nunca ha matado, ni tenido armas y mucho menos dinero. Alejado de toda ambición, se describe en una entrevista para el medio Telemundo como un hombre mayor que sólo quiere morir en paz. “Quiero ser recordado como la persona honesta que fui siempre, un hombre que no fue de armas”, señaló.
El retrato que el presunto fundador del Cártel de Guadalajara ofrece sobre sí mismo es difícil de creer. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y las propias autoridades mexicanas sostienen que el Jefe de Jefes estuvo implicado en el brutal asesinado del agente encubierto de la DEA, Enrique Kiki Camarena, y de haber sido el primer capo en administrar el negocio del narcotráfico como una empresa. Todo ello lo niega Félix Gallardo en la entrevista.
En la producción Narcos, Félix Gallardo es retratado como un brillante y descarnado líder que, junto con Rafael Caro Quintero, el Narco de Narcos, y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, logra el primer monopolio del narcotráfico en México.
Las historia dicta que los tres capos —con Félix a la cabeza— fueron los fundadores del Cártel de Guadalajara. No obstante, los hechos son narrados de distinta forma por el criminal. “No soy líder de nada y a estas personas (Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca) no las conocí. Nunca hemos platicado al respecto”, señaló a Telemundo.
La imagen exculpatoria de sí mismo también la ofreció Rafael Caro Quintero en entrevista con el semanario Proceso, en 2013. El legendario narcotraficante le dijo entonces a la periodista Anabel Hernández, que antes de entrar a la cárcel jamás había escuchado la palabra cártel.
Enrique Kiki Camarena, el mito
En 2014, cuando Joaquín el Chapo Guzmán fue detenido aseguró que su ocupación era agricultor. En un sentido parecido se expresó Félix Gallardo. “Yo me dediqué a la agricultura y a la ganadería desde chico. Mis padres fueron los primeros que exportaron legumbres a Estados Unidos en 1942. Yo nací en el 46. Voy para 76 años. También tenía unas farmacias y dos viejos hoteles”, dijo.
En su relato el Jefe de Jefes también asegura que no tuvo nada que ver con el asesinato del agente encubierto de la DEA, Enrique Kiki Camarena, en febrero de 1985.
La barbarie golpeó como nunca el corazón de la agencia estadounidense y puso en marcha una gigantesca operación. El primero en caer fue Caro Quintero, por lo que la justicia mexicana le condenó a 40 años. Pero en 2013, cuando le faltaban 12 años por cumplir, logró su libertad por un defecto de broma. Desde entonces sigue fugitivo. Según en la entrevista para Proceso, Caro Quintero nunca estuvo involucrado en el asesinato de Camarena. “Sólo estaba en el lugar incorrecto”.
Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, quien desde 2015 cumple su condena en casa, fue detenido en abril de 1985 por este mismo crimen. A Don Neto lo sentenciaron a 30 años de prisión y confesó que sus socios Caro Quintero y Félix Gallardo participaron en la ejecución. Este último fue sentenciado a 37 años de cárcel en 2017.
La versión oficial indica que, Camarena se infiltró en el Cártel de Guadalajara como alguien interesado en asociarse con el negocio de la organización criminal. Más tarde desmanteló una gigantesca plantación de marihuana ubicada en el rancho del Búfalo.
En represalia, los narcos mexicanos lo asesinaron a él y al piloto con el que inspeccionaba los sembradíos de droga, Alfredo Zavala. Los informes revelaron que habían sido salvajemente torturados.
Ocupación: Agricultor
Rafael Caro Quintero logró pasar desapercibido bajo la imagen de un agricultor y ganadero. Lo cierto es que, este hombre originario de la Noria en Badiraguato, Sinaloa, era conocido como el mayor productor de marihuana de México.
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