La violencia volvió a Miguel Alemán, en Tamaulipas, a principios de semana y lo hizo en multitud de formas, primero narcobloqueos, luego persecuciones y balaceras. El martes empezó con la incursión del Cártel del Noreste, quien intenta arrebatarle su bastión a los del Cártel del Golfo.
Cuentas de medios locales informan que los sicarios del Noreste ingresaron a través de la carretera Mier-Miguel Alemán. A su ingreso, los pistoleros comenzaron a disparar sus armas al aire, hiriendo a un halcón del cártel rival, lo que desató una persecución y balaceras.
Los vecinos de las colonias La Rodríguez, El Mirador y el fraccionamiento Linda Vista aseguraron que los enfrentamientos se prologaron por aproximadamente media hora.
El miércoles, esta ciudad del norte de México, amanecía con bloqueos en al menos diez calles y avenidas, camiones cruzados, neumáticos ardiendo. Pese a que el Ejército Mexicano peinó la ciudad, todavía por la mañana hubo detonaciones de bala en algunas colonias rumbo a la carretera a Mier. Lo último llegó al mediodía, cuando las autoridades reportaron que el municipio de Miguel Alemán se encontraba en calma.
Este tipo de situaciones se han convertido en algo habitual en Miguel Alemán. La última vez fue hace menos de dos meses, a finales de junio. Un enfrentamiento entre grupos de delincuentes dejó al menos nueve muertos.
Una semana antes, el municipio de Reynosa a —273 kilómetros de Miguel Alemán— fueron asesinado 15 civiles al azar por supuestos sicarios de Los Ciclones y Los Escorpiones, dos facciones del Cártel del Golfo.
Tamaulipas, acostumbrado a vivir entre balaceras, en 2017 padeció una época sangrienta, con la ejecución de Julián Manuel Loisa Salinas, alias el Comandante Toro, líder del Cártel del Golfo, abatido por la Marina.
El Comandante Toro huía por sexta vez de un operativo diseñado para detenerlo. En esa ocasión no logró escapar. La camioneta en que viajaba se impactó contra un árbol: él descendió abriendo fuego contra los marinos. Lo acribillaron en el acto.
Su muerte desató dos días de caos y violencia extrema en Reynosa. Sus hombres quemaron comercios, automóviles, autobuses, camiones de carga. Se registraron 32 bloqueos en la ciudad. El mismo Cártel del Golfo hizo circular audios en los que ordenaba un toque de queda a los habitantes.
Tras la ejecución del cabecilla criminal, el mando fue asumido por Jesús García, elGüero Jessi, lo que provocó un descontento en el cártel de las drogas. Entonces, se recrudecieron los enfrentamientos entre las facciones del Cártel del Golfo: Los Metros, Los Escorpiones y Los Ciclones.
En medio de aquél caos, el Cártel del Noreste, comandado por Juan Gerardo Treviño, el Huevo, aprovechó para infiltrarse en la zona de Reynosa.
Desde entonces ambas agrupaciones han sacudido la zona con enfrentamientos. Los cárteles del Golfo y del Noreste sostienen una violenta guerra por el control del trasiego de drogas por la llamada frontera chica, conocida como una de las cunas del narcotráfico.
Según cifras oficiales, los choques entre las organizaciones criminales — que comenzaron en 2010— han provocado la desaparición de 15,000 personas.
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