En la Ciudad de México existen edificaciones muy antiguas, que se remontan, incluso, a la época en la que los españoles, comandados por el conquistador Hernán Cortés, llegaron a nuestro país. Una de estas edificaciones, de gran importancia por su labor e historia, es el Hospital de Jesús, ubicado en la manzana conformada por las calles República del Salvador, 20 de Noviembre, Mesones y Pino Suarez, a unos cuantos pasos de Zócalo capitalino.
El Hospital de Jesús fue mandado a construir justamente por Hernán Cortés, y se ubica en el lugar exacto en donde se encontraron el conquistador español con Moctezuma.
Originalmente el hospital fue bautizado como Hospital de la Purísima Concepción, y empezó a funcionar desde el siglo XVI, en 1524, pocos años después de la llegada de los españoles y la culminación de la conquista, que se dio en 1521. En esa época, el hospital mexica, conocido como Tihuicán, quedó rebasado, pues las “tícitl”, que era el nombre que recibían las médicas prehispánicas, se enfrentaban a nuevas enfermedades traídas por los españoles, como la viruela.
No se sabe con exactitud si el hospital en un inicio atendía a españoles e indígenas por igual, pero el concepto se complementó bien con la herbolaria y otras técnicas del mundo prehispánico. El responsable del diseño del inmueble fue Pedro Vásquez, quien se inspiró en un hospital de Sevilla, en España.
Desde su creación hasta la fecha opera, y a lo largo de su historia ha recibido otros nombres como Hospital del Marqués y Hospital del Nazareno.
Origen del nombre Hospital de Jesús
Sin embargo, el nombre con el que se le conoce ahora, Hospital de Jesús, se le dio gracias a una mujer llamada Petronila, quien al permanecer internada en el recinto de salud, soñó un Cristo y decidió mandar a hacer una escultura de la imagen que vio en sus sueños, sin embargo, ningún artesano era capaz de hacer una imagen exacta a la que ella había visto en sus sueños.
Una ocasión, unos indígenas llegaron con ella y tallaron la imagen exactamente igual a la que ella había visto mientras estaba internada en el hospital, y desaparecieron de repente, por lo que se consideró como un milagro.
Cuando Petronila murió, la imagen que habían tallado los misteriosos indígenas, que había permanecido en su casa, se sorteó entre varios templos, resultando ganador este famoso hospital, pero como no tenían muchos recursos para obtener la imagen, pidió que se volviera a sortear, resultando ganador de nuevo. La leyenda cuenta que la rifa se hizo en varias ocasiones, y que en todas, resultaba ganador el hospital ubicado sobre la avenida 20 de Noviembre. Debido a ello, se decidió nombrarlo Hospital de Jesús.
La importancia de este hospital es tanta, que en él se realizó la primer autopsia en el continente. Fue en 1646 cuando se llevó a cabo esta práctica, durante una clase de anatomía a estudiantes de medicina de la Real y Pontificia Universidad de México.
Restos de Hernán Cortés
Al estilo de los hospitales que se construían en esa época, el Hospital de Jesús cuenta con un templo, el de Jesús Nazareno, el cual tiene una fachada barroca en su exterior y al interior, en el techo, tiene un mural pintado de José Clemente Orozco.
Sin embargo, ninguna de estas es su posesión más valiosa, pues en el lugar hay una placa que asegura que ahí se encuentran los restos del conquistador español Hernán Cortés, y aunque a mediados del siglo XX se confirmó que ahí se encontraban, y hasta se exhumaron, hoy hay quienes dudan que hasta la fecha continúen ahí. Por mucho tiempo se desconoció en donde se encontraban los restos del conquistador, antes de saberse que estaban en el Hospital de Jesús.
En el testamento de Cortés se ordenó que el gobierno de la Nueva España debía hacerse cargo del hospital, y tras la independencia, la familia del conquistador se encargó de los gastos. De esta manera, el recinto, a diferencia de los demás de su tipo, nunca pasó por manos religiosas, por lo que siempre se apegó a la ciencia médica.
Otra de las ventajas del recinto histórico, es que es una institución laica, y gracias a ello, no fue demolido ante las Leyes de Reforma.
SEGUIR LEYENDO: