El ex secretario de Salud, José Narro Robles, criticó que la decisión del regreso a clases presenciales haya sido otorgado los padres y madres de familia. Aseguró que la última palabra debería ser de las autoridades sanitarias.
En entrevista con la periodista Azucena Uresti, el también ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), apuntó que la reapertura de escuelas tampoco debería ser un asunto político.
“La decisión de si se puede realizar actividades escolares o no, deben de ser de las autoridades de salubridad y no de padres de familia”, aseguró.
Apuntó que la decisión debe tomarse a partir de elementos técnicos científicos. “Se tiene que ver la existencia de las medidas necesarias para evitar contagios de COVID-19. Son asuntos que no le corresponde a un padre de familia”, añadió.
Asimismo, que las autoridades deben afrontar las consecuencias que pudieran existir por el regreso a aulas, como el posible aumento de contagios en menores de edad, quienes no pueden recibir la vacuna contra COVID-19.
“No es un acto de voluntarismo, se trata de afrontar las consecuencias que se pueden vivir. Ya vivimos en Ciudad de México reapertura y cierre de escuelas”, aseguró.
El ex rector apuntó que este es “el peor momento” para la reapertura, ya que México está registrando un número mayor de contagios por el virus SARS-CoV-2 que los de enero.
Además, de que “la infraestructura no está preparada, no hay un protocolo que conozcan los padres de familia”. “El 14% de las escuelas no tiene electricidad y la mitad no cuenta con agua potable”, escenarios que propician un “riesgo de salud para los menores”.
Por lo anterior, dijo que a los padres y madres de familia no les corresponde decidir si sus hijos van a la escuela, pues primero se deben garantizar las medidas necesarias para evitar contagios.
“Si un padre o madre decide que no, ¿Qué le va a pasar a ese pequeño?, es muy injusto con los hijos y padres... ¿El traslado a la escuela estará garantizado? [...] Son muchas cosas las que se tienen que revisar”.
Narro Robles aseveró que antes de la reapertura de escuelas se debe revisar que los espacios educativos tengan el apoyo de las autoridades así como que existan medidas necesarias para evitar contagios.
“Lo que no se vale es que se quiera utilizar a los niños con temas políticos de cara al 1 de septiembre”, aseguró.
Cabe recordar que el Gobierno Federal informó en días pasados que para el retorno de los menores de preescolar, primaria y secundaria, los padres, madres o tutores deberán firmar una carta compromiso.
Con dicho documento, los padres de familia se comprometen a revisar a diario al menor, con el objetivo de detectar un posible contagio de COVID-19.
Según la planificación de las autoridades, las clases iniciarán el 30 de agosto, hasta el viernes 10 de septiembre, se llevarán a cabo evaluaciones a los alumnos, con la intención de detectar problemas de rezago. Además, del lunes 13 de septiembre al 23 de noviembre, se realizarán cursos de recuperación a los alumnos que lo necesiten.
Delfina Gómez, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), defendió el pasado 12 de agosto, durante la empresa matutina que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, que el regreso presencial a clases es “por bien de nuestras niñez y juventudes”.
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