Eduardo Arellano Félix, el Doctor, fue liberado de la prisión en federal en Pensilvania, donde pagaba 15 años de condena por lavado de dinero y narcotráfico.
El Buró Federal de Prisiones (BOP) de Estados Unidos confirmó la agencia EFE que el Doctor ya no está bajo su custodia.
Este capo se encontraba recluido en el Complejo Correccional Federal Allenwood de Pennsylvania bajo el número de registro 04117-748. La prisión de baja seguridad aún registra al ex cabecilla con fecha de liberación desconocida, pero habrá de actualizarse al final del día, según EFE.
Apenas este 17 de agosto, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aseguró que Eduardo Arellano Félix no sería deportado a México y cambió su condición procesal en Estados Unidos.
“Se le cambió el estatus. Estados Unidos no tiene obligación de decirnos por qué, pero lo que asumimos o presumimos es que cambió la condición de testigo, es lo más probable, pero lo vamos a comprobar el día de hoy. Es decir, no va a ser deportado hacia México el miércoles”, señaló en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Donald Murphy, vocero del BOP, dijo a EFE que el Buró “no proporciona información adicional sobre los reclusos que no están bajo custodia del BOP”.
Cabe destacar que no aparecer en los registros de la Agencia Federal de Prisiones no representa una calidad de libertad definitiva, pues es posible que el detenido esté en el programa de testigos protegidos o arresto domiciliar y debido a su cooperación con las autoridades, se le brindan medidas de seguridad como cambio de identidad para no ser ubicado ante posibles represalias.
El último de los hermanos varones que lideraban el Cártel de Tijuana pasó 13 años tras las rejas, luego de su arresto en Tijuana el 26 de octubre de 2008 mediante un fuerte enfrentamiento en que participaron agentes del Ejército y la Policía Federal.
Informes oficiales indicaron que, tras la caída de su hermano, Francisco Javier Arellano Félix, el Tigrillo, en 2006, el Doctor se convirtió en líder del Cártel de Tijuana junto con su sobrino, Luis Fernando Sánchez Arellano, el Ingeniero, hijo de Enedina Arellano Félix.
Cuando fue detenido en el Fraccionamiento Misiones del Pedregal, Eduardo Arellano Félix tenía un arsenal en su poder y estaba acompañado de una niña de 11 años, su hija. Frente a los oficiales se identificó como Samuel Berramontes Flores.
En México no tiene cuentas pendientes con la justicia y ninguna orden de arresto pesaba en su contra por delitos contra la salud, pese a que era buscado en más de 180 países desde 2004, debido a una ficha en la Interpol.
Eduardo Arellano Félix fue extraditado a Estados Unidos en septiembre de 2012, tras cuatro años internado en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, Estado de México. La recompensa por datos que llevaran a su arresto alcanzaba los cinco millones de dólares.
Luego de ser procesado y llegar a un acuerdo de culpabilidad con autoridades de de la corte de distrito de San Diego, el Doctor fue sentenciado el 19 de agosto de 2013 a 15 años tras las rejas. Las autoridades acordaron incautarle 50 millones dólares.
Se declaró culpable del lavado de cientos de millones de dólares para el Cártel de los Arellano Félix derivado de las ganancias por el tráfico de drogas; además de un cargo por conspirar e invertir el dinero en beneficio de la organización criminal que lleva su apellido.
Esos 15 años que le fueron impuestos quedaron muy lejos de los 140 a que podía aspirar si se incluían delitos por crimen organizado, así como tráfico de marihuana y cocaína a EEUU.
El Doctor conformó el llamado Cártel de Tijuana junto con sus hermanos alrededor de 1986, para traficar drogas a EEUU, apoyados por pandillas de San Diego. La cúspide de su poder fue en la década de 1990, cuando el grupo contrabandeó cientos de millones de dólares desde Tijuana hasta Mexicali.
Actualmente, Tijuana vive los episodios más cruentos de una guerra por las rutas de trasiego donde los Arellano Félix ya no son protagonistas. Es cierto que el Cártel de Sinaloa, acérrimo enemigo de antaño sigue ahí, pero en los últimos años entró a la pugna el Cartel Jalisco Nueva Generación. A pesar de ello, los tijuanenses seguirían operando ya muy disminuidos en sus alcances.
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