El día de ayer, la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) informó sobre la autorización para uso de emergencia de la vacuna Moderna, desarrollada en los Estados Unidos por la empresa ModernaTX, Inc.
La vacuna ahora se integrará al Plan Nacional de Vacunación, según escribió en su cuenta de Twitter el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (SALUD), Hugo López-Gatell. Actualmente, en México se están aplicando 8 diferentes tipos de vacuna.
Todo lo que tienes que saber acerca de la vacuna Moderna:
Para calcular la eficiencia de la vacuna Moderna, un ensayo clínico de Fase III llevado a cabo en los Estados Unidos reclutó un total de 30,351 personas. El grupo fue dividido aleatoriamente en dos: uno de 15,181 personas que recibieron las dos dosis de la vacuna Moderna con un espacio de 28 días entre cada aplicación, y el otro de 15,170 que recibió un placebo.
Todo el grupo estuvo bajo observación por dos meses después de que recibieron la vacuna, o el placebo. Durante ese tiempo, 11 personas de las más de 15 mil a las que se les aplicó el fármaco, dieron positivo a COVID-19. Por otro lado, entre las personas que recibieron un placebo y no la vacuna, hubo 185 contagios.
De tal forma que se calculó que la eficacia de la vacuna Moderna es de 94.1% para personas con entre 18 y 65 años de edad. Mientras que para los participantes de la prueba con más de 65 años la eficacia de protección de la vacuna es del 86.4%.
Además de la eficiencia de la vacuna, en los ensayos clínicos se registraron los efectos adversos de la vacuna Moderna. Es importante aclarar que en la gran mayoría de los casos, los efectos secundarios fueron leves. En los casos de efectos secundarios severos, sólo 3 fueron relacionados a la vacuna.
Los efectos adversos más comunes son dolor en el sitio de la inyección (en el 92% de los participantes), fatiga (70%), dolor de cabeza (64.7%), dolor muscular (61.5%) y escalofríos (45.4%).
Quienes más padecen de efectos secundarios son las personas que tienen entre 18 y 65 años y estos se presentan más y con mayor intensidad después de la aplicación de la segunda dosis. Sin embargo, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos aclaró que estas son reacciones normales a la generación de anticuerpos y que no duran más de 7 días en desaparecer.
En los participantes más jóvenes también hubo más casos de efectos como inflamación y sensibilidad en las axilas (16.2%), dolor de articulaciones (45.5%) y náusea o vómitos (21.4%).
Los efectos más graves posiblemente relacionados a Moderna fueron 3 del total de 15,181 personas que recibieron la vacuna: dos casos de mujeres con inflamación facial y uno de otra mujer que recibió atención en un hospital por náuseas y vómito.
Sólo hubo un caso de parálisis facial 32 días después de aplicada la segunda dosis. Sin embargo, según el ensayo clínico, no hay suficiente información para explicar cuál es la relación de este efecto con la vacuna Moderna.
El ensayo se practicó en una población mayoritariamente blanca, ocupando el 79.5% de la prueba. Sólo el 19.7% eran latinos. El segundo grupo racializado más abundante fue el de las personas afroamericanas, con un 9.7%. El 52.6% fueron varones y el 47.4% mujeres, sin embargo no hay resultados sobre efectos adversos diferenciados por sexo.
Pfizer-BioNTech era la única vacuna con tecnología de ARN mensajero (mARN), sin embargo, con la integración de Moderna ahora serán dos los fármacos de este tipo que se apliquen a la población mexicana; ambas son de doble dosis.
Este tipo de vacunas introducen al cuerpo cadenas de ARN que, al ser asimiladas por las células de la persona vacunada, dan la instrucción de crear ciertas proteínas que se encuentran en el virus pandémico SARS-CoV-2. El sistema inmune entonces reconoce esas proteínas extrañas y comienza a desarrollar una respuesta inmune y a producir anticuerpos que más adelante protegerán a la persona contra el virus real.
Por otro lado, están las vacunas de vector viral no replicante, una tecnología ampliamente conocida, donde se introduce al cuerpo una versión debilitada o inactiva del virus para que este sea reconocido por el sistema inmune de la persona. Las vacunas de este tipo que se están aplicando en México son la AstraZeneca, Sputnik V, Sinovac y Covaxin; todas de dos dosis. También están las vacunas de una sola aplicación que ocupan esta misma tecnología, y son la CanSino Biologics y la Janssen (Johnson & Johnson).
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