El próximo 30 de agosto miles de estudiantes de educación básica regresarán a las aulas. Se trata de un retorno gradual y escalonado con el que se busca evitar un daño mayor en el aprendizaje de niñas y niños en México. Para ello, la Secretaría de Educación Pública (SEP) estableció una estrategia para garantizar la seguridad de los menores, sin embargo, algunas voces de la escena pública consideran que las determinaciones del gobierno federal no son suficientes.
Marko Cortés, dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), señaló que, en pleno auge de la tercera ola de COVID-19, la administración federal “confirmó” que su principal estilo para manejar los asuntos nacionales son la improvisación y las ocurrencias. Aunado a esto, advirtió que el decálogo emitido por la SEP para el regreso seguro a las aulas carece de solidez en aspectos sanitarios, administrativos y académicos.
De acuerdo con el panista, el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador tuvo varios meses para planear y preparar las condiciones adecuadas para que los más de 25 millones de niñas y niños pudieran regresar de manera presencial a los salones sin mayor riesgo para ellos, sus familias y maestros, sin embargo, no lo hizo.
“El regreso a las aulas no es lo que está a debate, sino las condiciones en las que se regresa, las formas y los tiempos. En Acción Nacional pensamos que es importante el regreso a las escuelas porque es fundamental el apoyo de las y los maestros para resolver las dudas de los estudiantes, pero sobre todo para la interacción social de los mismos”. Sin embargo, denunció, “el proceso de vacunación sigue estando muy retrasado, el estado físico de las escuelas y las medidas sanitarias no son las adecuadas”, sostuvo.
Asimismo, apuntó que en México no se aplicó la vacuna contra COVID-19 a niños y adolescentes mayores de doce años. De igual forma, el personal docente, administrativo, de limpieza y seguridad de las escuelas aún no cuenta con la segunda dosis del antígeno.
Por otra parte, acusó que el gobierno de México no ha tenido cuidado en la planeación del retorno a las aulas, pues no ha dado información sobre el aforo permitido, qué porcentaje seguirá tomando clases vía remota, horarios y turnos, si habrá métodos híbridos o combinados y qué sistemas de evaluación se van aplicar.
Cortés Mendoza dijo que es aún más sorprendente que la administración federal y la SEP no precisen los dos objetivos principales del regreso a clases: cuál será el proceso de enseñanza-aprendizaje que permita recuperar el tiempo perdido durante la pandemia y cuál será el tan necesario proceso de convivencia (durante la tercera ola de COVID) entre los estudiantes.
“Por eso nosotros decimos que, para el regreso a las clases presenciales, el gobierno está siguiendo los mismos pasos que dio con el mal manejo de la pandemia, la seguridad y la economía, es decir, sin estrategia, diagnósticos y planificación, sino puras ocurrencias e improvisaciones”, destacó.
En tanto, subrayó el fracaso de la estrategia “Aprende en casa”, ya que al final del ciclo escolar se demostró que solo una minoría de los estudiantes tomaban sus estudios mediante esta modalidad.
Así pues, Cortés Mendoza aseguró que el PAN está a favor del regreso a clases presenciales, pero en contra de que se realice de manera negligente, sin las condiciones óptimas y sin la planificación adecuada entre las autoridades educativas, los maestros y padres de familia.
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