En el marco de la audiencia de vinculación a proceso contra cuatro policías de Mérida detenidos por su presunta responsabilidad en el abuso sexual y asesinato de José Eduardo Ravelo, salieron a la luz los videos de cámaras de seguridad que muestran el minuto a minuto del caso, desde la supuesta agresión del joven que lo llevó a los separos, hasta su liberación.
Desde su cuenta de Twitter, el periodista Carlos Jiménez, conocido como C4, publicó estos metrajes que, de acuerdo con el presidente municipal de Mérida, Renán Barrera Concha, fungieron como las pruebas de la inocencia de sus uniformados.
Un primer metraje muestra al joven José Eduardo, de 23 años, caminando por las calles de la ciudad a las 09:17 horas del 21 de julio. No se observa su recorrido completo, sólo cuando se posiciona frente a un domicilio para lanzar un pedazo de concreto que venía cargando con anterioridad, o al menos eso se muestra.
Al realizar esta acción, dos sujetos salen del inmueble y sacan sus teléfonos para realizar la denuncia pertinente con la policía. Casi dos minutos más tarde, una patrulla llega al lugar y los denunciantes le indican la posible ruta de escape de José Eduardo. No obstante, se observa a ambos sujetos caminar al lado de la unidad para hacer el acompañamiento.
El segundo material mostrado revela que el reloj marca las 10:19 horas, una hora después de la llamada al número de emergencia, por lo que las dudas comenzaron a surgir, pues para ese momento, la unidad 269 de la policía municipal de Mérida ya trasladaba a José Eduardo. En ningún momento se observa su detención.
Otro aspecto a resaltar durante el trayecto hacia las instalaciones de seguridad son los dos oficiales ubicados en la parte trasera de la patrulla conocida como “perrera”, pues en un principio no son vistos dentro de la unidad que acude al primer llamado.
En todo momento, José Eduardo Ravelo está tirado en el suelo del vehículo oficial, no se le puede observar algún movimiento. A esto se suma que los dos uniformados que lo custodiaban, lo mantienen inmovilizado mientras lo observan.
Cuando llegaron a la Policía Municipal, ya lo esperaban varios integrantes de la corporación para introducirlo a una celda donde pasaría el lapso de detención correspondiente.
Debido a que los videos están completamente editados, no se puede observar con claridad el proceso completo de la detención. En el tercer audiovisual arrojado, ya pasaron dos horas más. El reloj marca las 13:14 horas y muestra a José Eduardo recostado en el suelo de la celda, debajo de un pedazo de concreto construido como una especie de cama.
Instantes más tarde, un oficial se acerca, platica con él por un minuto y le ofrece un poco de agua. No obstante, los movimientos del joven de origen veracruzano son errantes. Sin levantarse y arrastrándose por el suelo, toma la bolsa para beber su contenido.
Un corte en la edición, más la cámara rápida, evidencia que han pasado 40 minutos. En ese lapso, José Eduardo se despoja de su playera y continúa tirado en el piso, pero es ayudado por dos celadores para sentarse y ser alimentado, pues ya contaba con casi cuatro horas detenido. Tras un breve diálogo, salen de la celda.
Posteriormente, C4 compartió el metraje final, fechado el 22 de julio, el cual comienza a las 10:33 horas. Luego de 16 minutos, un nuevo recluso ingresa a su celda, pero no conversan en ningún momento, aunque la velocidad del video muestra algunos movimientos bruscos de José Eduardo Ravelo.
A las 11:01 horas inicia su liberación. Un integrante de la corporación, quien porta una playera blanca y no el típico uniforme azul, abre la celda y lo escolta a la salida. Pero algo causa alerta: el joven cojea de su pierna izquierda, situación que no presentaba antes de su arresto.
Sin calzado ni playera, José Eduardo se acerca a la mesa de la Policía Municipal para firmar sus papeles de liberación con sus huellas digitales. Desde atrás le lanzan una sudadera, misma que tarda en ponerla algunos minutos, y le entregan sus pertenencias con las cuales llegó.
Finalmente un agente lo acompaña a la puerta, ubicada en la calle 57, a las 11:08 horas. A paso lento, y aún con el malestar en su pierna, José Eduardo Ravelo emprende camino y se aleja lentamente sobre la misma calle, hasta que es perdido de vista por la cámara de seguridad.
Usuarios de redes sociales dudaron de la veracidad de estos videos, pues señalaron que la edición de los mismos no revela la información completa, ya que varios cortes (los cuales provocaron la pérdida de, al menos, 24 horas) y la cámara rápida modifican la perspectiva.
Para las autoridades de Mérida fueron evidencias suficientes. Liberaron a los posibles implicados y ahora el caso continúa sin resolverse. Su madre, Dora María Ravelo Echavarría, continúa clamando justicia y señalando irregularidades, como un intento de soborno y reuniones sin objetivos claros.
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