En un acto de supuesta complicidad, un vehículo con blindaje artesanal que pertenecería al narco cargó gasolina frente a dos patrullas de la Guardia Nacional sin mayores consecuencias en Tamaulipas.
Según el clip difundido en redes sociales, se aprecia cómo dos unidades de la Dirección General de Seguridad en Carreteras solo se encuentran estacionadas ante el arribo del auto conocido como monstruo, debido al reforzamiento artesanal de la carrocería.
De acuerdo con datos extraoficiales, la camioneta del narco llegó a una gasolinera del municipio de Díaz Ordaz, donde este tipo de situaciones son recurrentes sin la más mínima acción de las autoridades.
Por las imágenes del video se observa que el conductor del monstruo graba desde la cabina y de fondo se escucha un narcocorrido. La cámara del celular apunta hacia donde están las dos patrullas de la Guardia Nacional. Al interior del vehículo se distingue el grosor metálico y de los cristales.
Si bien, la grabación apenas dura 29 segundos, no se informó qué sucedió después de que la camioneta del grupo criminal se formara justo detrás de una patrulla para ser abastecido de combustible.
Usuarios en redes sociales mostraron su indignación ante lo que consideraron como el colmo del descaro. Hubo quienes rápidamente acusaron colusiones entre delincuentes y autoridades.
Cabe destacar otra circunstancia similar fue captada en octubre de 2020, también en Tamaulipas. Según los reportes, el monstruo pertenecería al Cártel del Golfo y acudió a una gasolinera de Camargo para llenar el tanque. En aquel entonces fue difundida una fotografía de la unidad detenida en una estación de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los supuestos sicarios de la célula de los Metros habrían llegado en un convoy de al menos tres camionetas, incluida la que estaba con blindaje artesanal. Con total impunidad como hace 10 meses, ahora los criminales habrían cargado gasolina en las narices de la Guardia Nacional.
Con estas acciones suman al menos dos eventos polémicos relacionados con la corporación federal en menos de una semana, pues también se reportó que presuntos sicarios del Cártel de Sinaloa y a las órdenes de Ismael Zambada García, el Mayo, usarían uniformes clonados de la Guardia Nacional en sus operaciones ilícitas.
Cuatro fotografías y un video que han circulado en redes sociales mostrarían que los civiles, presuntos miembros del crimen organizado, portan la misma ropa que aquellos de la corporación federal de seguridad que fue creada en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En las imágenes se observan dos sujetos con el uniforme de campo, supuestamente apócrifo, el cual está integrado por un pantalón táctico entre blanco y gris claro con pixelado en negro, así como la casaca con las mismas características.
Mientras que en el clip y dos fotos se aprecia un convoy de hasta 15 camionetas y más de 40 personas, la mayoría de los automotores son del tipo pick up. De estos, menos de una decena son unidades blancas con tubos en la parte trasera, como si de patrullas de la Guardia Nacional se tratara.
Al ser consultada por Infobae México, la dependencia respondió que el uso no autorizado de uniformes e insignias es un delito conforme al Artículo 32 de la Guardia Nacional y se interpondrán las denuncias correspondientes.
La Guardia Nacional fue aprobada en marzo de 2019 y arrancó operaciones formales el 30 de junio de ese año.
El pasado 15 de junio, el presidente López Obrador informó que buscará una reforma para que la Guardia Nacional esté bajo la jurisdicción de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), porque con ello se garantizaría, aseguró el mandatario, que el nuevo cuerpo de seguridad no se vea infiltrada por la corrupción.
Más de un mes después, el 25 de julio, AMLO informó que se destinará un presupuesto adicional de 50 mil millones de pesos para fortalecer a la institución rumbo a 2023.
En la práctica, el presidente solo formalizaría la militarización de seguridad pública, pese a que prometió que los castrenses volverían a sus cuarteles en su gobierno. Sin embargo, el control operativo en la Sedena ya operaba desde octubre de 2020.
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