Vicente Fox Quesada, ex presidente de México que gobernó del 2000 y 2006, se ha convertido en uno de los críticos más asiduos de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), especialmente ahora que el Plan de Infraestructura presentado por el mandatario estadounidense, Joe Biden, podría beneficiar a México.
Los especialistas han señalado que estas nuevas acciones de Estados Unidos podrían generar grandes beneficios a mediano plazo para sectores mexicanos como el automotriz y los electrónicos. El tema funcionó como punto de partida para que Vicente Fox criticara duramente al presidente de México, quién en repetidas ocasiones ha tachado a empresarios y grupos de poder como “neoliberales”.
“Rescatados por los ‘neoliberales que no por Cuba, Venezuela y demás sanguijuelas!!”, escribió desde su cuenta oficial de Twitter, donde también aprovechó para cuestionar públicamente el estado de las vacunas que ha recibido México contra el COVID-19.
“Meses de retraso ahora se ven consecuencias serias!! Por pésimo manejo y ahorro mal entendido”, escribió el ex mandatario mexicano sobre la entrega de biológicos.
El Plan de infraestructura al que se refirió Vicente Fox contará con un monto histórico de 1.2 billones de dólares. “Este proyecto de ley ayudará a que una recuperación histórica se convierta en un boom a largo plazo”, señaló Biden al presentarlo.
Los especialistas han recalcado los beneficios que representan los planes de Estados Unidos para México. Por ejemplo, Joel Virgen, director de análisis de Out of the Box Economics, dijo a El Financiero que “el beneficio sobre la economía mexicana se hará más evidente en el mediano plazo, principalmente en sectores como el automotriz y el de los electrónicos, por mencionar algunos”.
Este 11 de agosto Joe Biden celebró el “histórico” paquete de 1.2 billones de dólares para infraestructuras aprobado por el Senado el martes, y aplaudió el acuerdo bipartidista sobre este plan que, prometió, “transformará Estados Unidos”.
El proyecto de ley, que aún necesita ser aprobado en la Cámara de Representantes, financia obras en carreteras, puentes y puertos, así como agua potable e internet de banda ancha.
Esto creará miles de puestos de trabajo bien remunerados, la mayoría de los cuales no requieren un título universitario, dijo Biden.
“Esta histórica inversión en infraestructura es lo que creo que ustedes, el pueblo estadounidense, quieren”, añadió en un discurso en la Casa Blanca.
“Este proyecto de ley demuestra que podemos trabajar juntos” con la oposición republicana, subrayó el mandatario demócrata. Tras meses de negociaciones, este paquete fue aprobado por mayoría simple con el respaldo de varios republicanos, un hecho inusual en el polarizado Congreso.
Pero su futuro parece más incierto en la Cámara de Representantes, donde surgieron fisuras dentro de la estrecha mayoría demócrata, entre el ala izquierda y los centristas. Es probable que las negociaciones sean duras y que la votación final en el Congreso no llegue hasta el otoño boreal.
El plan de inversión en infraestructuras prevé 550,000 millones de dólares de nuevo gasto federal. Si se tiene en cuenta la reorientación de otros fondos públicos existentes, se llega a un total de 1,2 billones de dólares, el equivalente al Producto Interno Bruto (PIB) de México.
Para Biden, quien fue senador durante tres décadas y a quien le gusta destacar su capacidad de negociación en el Capitolio, se trata de un acuerdo “histórico”.
*Con información de AFP
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