Los padres de familia del estado norteño de Nuevo León no quitan el dedo del renglón: exigen que las escuelas sean reabiertas... y que sean reabiertas ya. Al menos así lo reclaman aquellos agrupados en un colectivo llamado “Abre Mi Escuela”, quienes en los pasados días ya salieron a manifestarse en las calles y amagan con interponer amparos si sus hijos no retornan a clases presenciales el próximo lunes.
De hecho, pese a que el propio Estado emitió una suspensión a una escuela privada, el Colegio Americano de Monterrey, la organización advirtió más colegios estarán dispuestos a abrir sus instalaciones para que sus alumnos retomen sus actividades escolares este 16 de agosto. De no ser posible, insistieron, recurrirán a interponer amparos o alguna otra vía legal.
Sergio Palau, miembro del colectivo, dijo al medio mexicano Milenio que la apertura de los centros educativos será gradualmente desde el lunes y hasta el 30 de agosto. Si alguna autoridad se los llegara a impedir, entonces optarían por el recurso de amparos y quejas ante instancias de Derechos Humanos.
No han especificado cuántas escuelas seguirán ese plan, pero si dijeron que son al menos unos 600 colegios de la entidad los que simpatizan con sus reclamos.
“Una es la parte legal, es decir, ya están trabajando los abogados en ver el cómo sí, tanto del colegio (suspendido), aunque no represento ni puedo hablar por el colegio, así como los abogados de otras escuelas. Para que exista un amparo, primero tiene que haber una suspensión, entonces, si no hay una suspensión, no hay un amparo, entonces, claramente ahorita el Colegio Americano fue el primero, va a haber otros colegios que van a abrir el próximo lunes, vamos a ver si los suspenden y va a haber otros que van a abrir hasta el 30 de agosto, entonces, conforme se vayan dando las suspensiones, vamos a ir tramitando los amparos”, declaró.
Y es que este domingo 8 de agosto, integrantes del colectivo Abre mi escuela se manifestaron del Palacio de Gobierno a las instalaciones de la Secretaría de Salud de Nuevo León con el fin de demandar el regreso a clases presenciales el próximo 30 de agosto.
Los manifestantes recorrieron las calles de Monterrey acompañados de infantes y pancartas con las que exigieron la reapertura de los planteles educativos, los cuales han estado cerrados desde marzo del 2020. Expresaron su preocupación ante el grave daño que ha causado el cese de actividades educativas presenciales en sus hijos.
Sergio Palau, vocero del colectivo en Nuevo León, aseguró que ya han tenido comunicación con el gobernador electo, Samuel García, mismo que está a favor de que se abran los planteles educativos; sin embargo, señaló que ha existido una rotunda negativa alrededor de su petición por parte del actual mandatario estatal, Jaime Rodríguez Calderón, y del secretario del salud, Manuel de la O.
Palau también aseveró que las autoridades estatales alegaron que no hay dinero ni las condiciones óptimas para garantizar la integridad de las infancias para el eventual regreso a clases presenciales en el estado.
“En otros países ya se dio (el regreso a clases), ya sabemos que hay formas de regresar a la escuela de una forma ordenada, con protocolos, con seguridad, usando el cubrebocas, con sana distancia. No entendemos por qué en Nuevo León es uno de los pocos estados en donde no ha habido reapertura”, dijo.
Precisamente, según informó también el portavoz, el colectivo tiene planeada una movilización más en Nuevo León para el próximo 19 de agosto. Se trata de la tercera manifestación para exigir a las autoridades que se apruebe el regreso a clases presenciales como una actividad esencial.
“Estamos anunciando una tercera movilización para el día 19 de este mes en donde vamos a llevar las cosas a un siguiente nivel, o sea, si no es por las buenas, el Gobierno del Estado, vamos a empezar a hacer manifestaciones un poquito más agresivas porque ya basta, ya estamos hartos”, dijo Palau a dicho medio.
Cabe señalar que la negativa de la autoridades estatales a reabrir las escuelas se da en los mismos días en los que el estado volvió al color rojo del semáforo epidemiológico, es decir, riesgo máximo, de contagio del COVID-19. Apenas la semana pasada Nuevo León registró la cifra de contagios más alta en una sola jornada, desde marzo de 2020, con 1,981 casos confirmados, además de 40 muertes en 24 horas y un 79% de ocupación hospitalaria a causa del virus.
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