Desde su aparición, han circulado diferentes hipótesis sobre el origen del mega socavón en Puebla; en esta ocasión tocó el turno a especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes descartaron que el hundimiento estuviera relacionado con la actividad volcánica actual del Popocatépetl, tal como se había planteado anteriormente.
Así lo dio a conocer el doctor Ramón Espinasa durante la la conferencia “Hablemos de Socavones y otros fenómenos geológicos”, donde explicó que el suelo de la zona de Santa María Zacatepec ha sido formado por material que los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl han emitido en los últimos 850 años. Es por ello que la actividad sísmica y volcánica actual de “Don Goyo” no tiene relación con la formación del socavón, más bien con las características del suelo.
Para el investigador del Instituto de Geología de la UNAM, se podrían estabilizar las laderas, pero este proceso sería muy costoso, además que rellenar el socavón con tierra o rocas tampoco sería una opción viable, pues el agua seguirá erosionando, por lo que “lo más probable es que haya que dejar que siga evolucionando y eventualmente las laderas se harán menos inclinadas, con ello el socavón dejará de crecer”.
Además, puntualizó que por tratarse de un fenómeno que se desarrolla por debajo del suelo y evoluciona hacia la superficie sin que se perciba, no se puede predecir el momento del colapso.
El pasado 17 de julio, el socavón fue delimitado con una cerca para evitar que personas o animales se acerquen a la zona, pues se considera un espacio inestable y de alto riesgo por las autoridades.
De acuerdo con los últimos reportes de Protección Civil Estatal, el eje menor del socavón medía 122 metros, en tanto que el eje mayor 126 metros y no se ha reportado un crecimiento del diámetro por más de tres semanas.
Socavones en otros sitios
Por otro lado, el experto Rafael Antonio López Martínez indicó que este tipo de hundimientos pueden registrarse en cualquier parte, por ejemplo Guatemala, Puebla o inclusive la Ciudad de México, debido a diferentes factores y situaciones, como el tener un sedimento poco consolidado y que el agua mueva las partículas de forma selectiva; es decir, de más pequeñas a grandes.
En cuanto al originado en la entidad poblana, afirmó que no es “misterioso” ni “inusual”, puesto que en la zona hay un nivel freático y esas capas de suelo -que son erosionables- permiten la formación de los conductos horizontales.
En ese sentido, cabe destacar que luego de que el 29 de mayo se abriera el firmamento en Santa María Zacatepec, un nuevo socavón alertó a los ciudadanos de la entidad poblana el pasado 17 de julio, pues esta oquedad tiene al menos 15 metros de diámetro, la cual fue hallada en la sierra norte del municipio de Ahuazotepec.
El incidente se dio a conocer luego de una excavación que se realizó en la zona para un jagüey, es decir, una especie de estanque que permite almacenar agua y se utiliza para la piscicultura (crianza de peces).
Personal de Protección Civil llegó al lugar para iniciar con las investigaciones y se acordonó el sitio para evitar incidentes.
Una semana después, se formó otro socavón, pero esta vez en los municipios de Namiquipa y Buenaventura, en Chihuahua. Las intensas lluvias de esos días provocaron la formación del hundimiento de unos 25 metros de largo, siete de ancho y unos 15 de profundidad.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal acordonaron la zona.
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